En México, el promedio anual de embarazos entre adolescentes y niñas es de 400 mil. Esto significa que cada día se registran en el país más de 1 mil embarazos entre este sector de la población.

De los 20 millones de partos ocurridos en territorio mexicano durante los últimos nueve años, al menos el 20 por ciento son de niñas y adolescentes.

Con el fin de contrarrestar esta problemática que no es privativa de México, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su Programa de Planificación Familiar, busca incrementar en 120 millones el uso de anticonceptivos en 69 países pobres para 2020. Y es que, según señala, en el mundo al menos 33 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años de edad necesitan de un anticonceptivo que no está a su alcance.

Entre los beneficios del empleo de anticonceptivos, se encuentran: la prevención de la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, la disminución de la necesidad de recurrir al aborto, el reforzamiento del derecho de las personas a decidir el número de hijos que desean tener, así como el intervalo de embarazos.