Tres jóvenes fueron secuestrados por policías estatales en dos episodios distintos ocurridos en Papantla, al norte de Veracruz, antes del mediodía del sábado 19 de Marzo. A 9 días de lo sucedido y sin respuesta del paradero de los adolescentes, sus familiares y otros vecinos de Papantla se manifestaron frente al Palacio Municipal de la localidad, exigiendo la aparición con vida de los muchachos.

Luis Humberto Morales, de 18 años y Alberto Uriel Pérez Cruz, de 19, salieron de su colonia, alrededor de las 8 de la mañana del sábado 19. Según testigos, los jóvenes fueron perseguidos, tiroteados y detenidos por agentes de la policía estatal de Veracruz cuando circulaban juntos en un vehículo.

«Los correteó una patrulla de la Policía Municipal y les disparó. Las llantas de su vehículo se le poncharon sobre la calle Francisco Villa. Ahí fueron detenidos» relató la madre de Alberto, Ninfa Cruz Nájera al portal Al calor político, de Veracruz. Esa mañana, los muchachos continuaron andando en el auto tiroteado hasta la calle Villa, en dónde el estado del vehículo no le permitió subir una cuesta, entonces, lo recuestan contra la banqueta. En entonces cuando los policías estatales, a bordo de las patrullas 060 y 061, que acuden al lugar, bajan a los muchachos, les tapan la cara con sus playeras y se los llevan. Estas dos patrullan acuden al lugar de la persecución, pero es una tercera, la 084, la que persigue a los jóvenes, pero no los detiene, sino que se retira del lugar.

El coche quedó en disposición de la Fiscalía desde el mismo sábado de la detención irregular de los jóvenes. La madre de Uriel relató a la prensa durante la manifestación de este lunes que llamó en reiteradas ocasiones al celular de su hijo y que la llamada entraba, pero que le cortaban del otro lado, hasta que le respondieron y le dijeron que su hijo había cometido un delito federal y que lo buscara en la Secretaría de Defensa Nacional. Así lo hizo, como lo buscó en centros de reclusión de la zona (Cereso) y también en la morgue (Cemefo). Nada. Ninguna noticia ni de Uriel ni de Luis Humberto.

Ese mismo día, Jesús Alan Ticante, de 24 años, egresado de la facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana salió de su casa en la colonia Emiliano Zapata, en dirección a la de su abuela, a la que nunca llegó. Según testimonios recabados por la familia del muchacho, fue visto por última a la altura del mercado «Tarro», dónde se realizaba un operativo policial.

Según relató su hermano Alberto al portal Animal Político, el padrastro de la novia de Jesús es policía municipal y en tres ocasiones golpeó al joven. «Mi hermano estaba en casa de su novia cuando llegó el padrastro de ella junto a otros policías y lo sacaron corriendo. Uno de los municipales lo persiguió hasta la casa, lo amenazó de muerte y le dijo que ya lo traían en la mira y cuando lo vieran lo iban a levantar.»

El domingo 27, a 8 días de su secuestro, agentes del Mando Único policial en conjunto con agentes federales intervinieron la comandancia de Papantla y «acuartelaron» a los 41 elementos de la policía de la jurisdicción. A ocho de los agentes se les detuvo y recluyó en el penal regional, según reportó Eirinet Gómez, corresponsal de La Jornada. Entre los detenidos está el comisario de Papantla, Bernardino Olmedo Castillo.

Hasta el momento la investigación oficial estuvo a cargo del fiscal General del Estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, quien hasta el fin de semana, negaba la desaparición de Jesús Alan. Según reportó Ángeles González Ceballos para el mencionado periódico veracruzano, el fiscal sostuvo que los casos se manejan en dos expedientes distintos. De encontrarse indicios de que los jóvenes «fueron entregados al crimen organizado», la investigación de su secuestro pasaría a la égida de la Procuraduría General de la República, ya que las fiscalías estatales no tienen competencia para investigar ese tipo de delitos.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz aún no se ha expresado al respecto del secuestro de los jóvenes, es decir, si lo sucedido debe ser catalogarlos como casos de desaparición forzada, a pesar de que el 24 de marzo abrió una queja de oficio.

Sin embargo, las ocho órdenes de aprensión giradas a los policías detenidos sí encontraron evidencias de la participación de los uniformados en el secuestro de, al menos, Luis y Alberto, que constan en la indagatoria 326/2016, iniciada el 20 de Marzo, al otro día de los hechos, cuando los familiares de los muchachos hicieron la denuncia ante la Fiscalía Regional.

El lunes, familiares y vecinos de los jóvenes exigieron ser recibidos por el alcalde de Papantla, Marcos Romero Sánchez. «Somos vecinos, estamos a media cuadra de distancia, mi hijo Alberto y Luis crecieron juntos. Betito se quedaba a dormir con mis hijos, para mi son mi familia», explicó Ninfa a el financiero, durante la marcha del lunes.

Este caso sucede a dos meses de la desaparición de 5 jóvenes en Tierra Blanca, en el mismo estado, que volvían de sus vacaciones en el Puerto de Veracruz hacia Playa Vicente, de dónde son originarios. A mitad de Marzo, el Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó la muerte de uno de ellos, Bernando Benítez, de 25 años, al confirmar la identidad de los restos humanos que la Secretaría de Gobernación halló en un rancho llamado «El Limón» en la localidad de Tlalixcoyan. Los otros 4 jóvenes continúan desaparecidos desde el 11 de enero cuando fueron secuestrados. La investigación oficial no ha conseguido datos de su paradero a pesar de que ya detuvo a 8 policías por los hechos, incluyendo al Delegado de la Secretaría de Seguridad Pública en Tierra Blanca, Marcos Conde Hernández.

Foto: Agencia MARCHA / Manifestación en Papantla por la aparición con vida de los 3 jóvenes secuestrados por policías estatales de Veracruz, el lunes 28 de Marzo.