Una nueva ola de refugiados se originó con dirección a Turquía tras la nueva operación militar del ejército sirio, apoyada por bombardeos aéreos de Rusia, para rodear la ciudad siria de Alepo, a manos de grupos rebeldes.

Al menos 40 mil personas se desplazaron hacia el área fronteriza del territorio turco en la noche del jueves, indicó el Instituto Humanitario Sirio para el Fortalecimiento Nacional (SHINE).

La ONG turca IHH aseguró que este viernes la cifra aumentó hasta 50 mil personas en la frontera, donde se han agolpado por lo menos mil 500 en la valla límite.

“Los ataques rusos están recrudeciéndose, por eso la gente huye”, aseguró Rania Kisar, jefa de SHINE, y añadió que el gobernador de la provincia turca Kilis “no permitió el paso de los refugiados”, que en su mayoría son mujeres y niños.

El portavoz de IHH, Emrullah Öztürk, indicó que “son gente que escapa con lo puesto y necesita urgentemente alimento, agua y techo. Muchos sufren problemas médicos. Por el momento se han cobijado bajo los árboles pues las condiciones atmosféricas son benignas, pero está previsto que hoy comiencen a empeorar”.

Hasta el momento, la frontera turca se ha transformado en una “sala de espera” para los miles de refugiados sirios que huyen de los nuevos ataques en el país, y se espera que el país turco levante nuevos campamentos para alojarlos.

Con información de El País