La jornada de protestas y huelgas de empleados del sector público se intensificaron este martes en toda Bélgica, a la que se unieron trabajadores del servicio de trenes y autobuses, escuelas, prisiones y entregas de correo, para manifestarse en contra de las políticas sociales y económicas del gobierno.

Este martes se cumplen seis días consecutivos desde que iniciaron los paros, que hoy contaron con la adhesión del sistema de ferrocarriles de Bélgica que detuvo todos los servicios nacionales en el territorio sur.

Miles se reunieron para las manifestaciones en Bruselas y Gante, y el sindicato amenazó con continuar su huelga ferroviaria al menos hasta el fin de semana.

La semana pasada, unas 60 mil personas protestaron contra las políticas del gobierno, las cuales incluyen un incremento en la edad para el retiro y mayor flexibilidad en las horas laborales.

En días y semanas recientes, las acciones de los sindicatos se centraron principalmente en paros de un solo sector por parte de personal de prisiones, policía y trabajadores ferroviarios.

«Es importante demostrar que no estamos de acuerdo con las medidas del gobierno», dijo Jean-Marie Balon, quien labora en el servicio postal. «Siguen quitándonos los pocos beneficios que teníamos y sentimos una creciente presión en el trabajo, así que estamos completamente forzados».

Con información de agencias