“La directora de la Escuela de Nacional de Antropología e Historia (ENAH) Julieta Valle Esquivel ha estado reuniéndose con distintos sectores de la población académica a quienes les presenta un plan de trabajo que incluye algo que llama ´recuperación de espacios´, y que refiere al estudio de la radio, a otro espacio que utiliza la comunidad estudiantil y a la guardería La Pájara Pinta, que cuida a los niños de trabajadores y estudiantes”, explica Ángel, integrante de la radio.

Las amenazas de desalojo del estudio de radio Zapote han arreciado desde que Valle Esquivel asumió la dirección del instituto, según han señalado los integrantes del medio.

“Parte de su programa es que va a haber cierta reestructuración de la ENAH, que pretende instalar torniquetes en las entradas y tercerizar los servicios de comida y cafetería que hoy se brindan” agregó.

Los argumentos que la dirección esgrime para el cierre ya son conocidos por el colectivo que mantiene la radio hace 15 años, un proyecto colectivo que tomó fuerza cuando la marcha zapatista del Color de la Tierra llegó al entonces Distrito Federal. Que la cafetería que gestionan es insalubre, que quienes colaboran en la radio no son estudiantes, que las órdenes vienen del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del que depende la escuela.

“Lo que ha planteado el área jurídica del INAH es que el estudio está dentro de instalaciones federales, por lo que el desalojo se haría por esa vía. Ya no actuaría la policía capitalina, sino la federal.”

Desde el colectivo sostienen que, a pesar de que los últimos días han sido de mucho cabildeo para la dirección, difundiendo su necesidad de “recuperar los espacios”, este diálogo no se ha concretado con el colectivo de la radio.

“Han anunciado estas decisiones arbitrarias y nos han dicho que nosotros no queremos el diálogo. Entendemos que no es cierto, que le llevamos una invitación para discutir su postura con la comunidad y fue Valle Esquivel la que no fue. Pero eso es una justificación para actuar de manera represiva y pretender justificarlo. Queremos resolver esta situación por los caminos del diálogo”

Por el momento, el colectivo apela a que los movimientos sociales, periodistas y escuchas de la radio hagan manifiesto su interés y visiten el espacio.

“Muchas de las amenazas de la dirección han sido entre líneas, pero esta semana alguien cercano a esa cúpula llegó a la radio con un tono alarmista, diciendo que el desalojo va en serio. Así empezó el año pasado, con el despido arbitrario de Arturo Camas, quien estuvo encargado durante 20 años del Departamento de Medios Audiovisuales de la escuela, también integrante de la radio. Cada vez que estas personas plantan los rumores, desemboca en una acción represiva.”

Por eso convocan al apoyo y a estar atentos a las transmisiones y los comunicados de la radio; y que todo el que se anime, se acerque al espacio desde dónde se han replicado las necesidades de decenas de luchas. Esta vez, le toca al medio ser defendido.