Colectivos y comunidades en defensa de distintos territorios en Jalisco y periodistas comprometidos de diversos medios de comunicación, expresamos nuestra preocupación e indignación por el aumento de agresiones en contra del medio autónomo de comunicación Desinformémonos, que en los últimos días ha enfrentado el allanamiento de las casas de dos de sus integrantes así como el robo de sus instrumentos de trabajo e información.
El allanamiento del pasado viernes 20 de noviembre a la casa de Gloria Muñoz, directora de Desinformémonos y editora del Suplemento Ojarasca, es el último de una serie de actos de violencia ordenados desde el poder para tratar de intimidar el trabajo de este medio. Un día antes, el jueves 19 de noviembre, los equipos de cómputo de Desinformémonos y los teléfonos celulares de sus miembros fueron intervenidos durante horas, se registró robo de información y el ataque a su servidor web que suspendió el acceso a su página electrónica. De igual forma el ocho de septiembre pasado, el domicilio de Flor Goche periodista de Desinformémonos y Elva Mendoza de Contralínea también fueron allanados y fueron robados sus equipos de cómputo y documentación.
Entendemos que las agresiones a los compañeros de Desinformémonos se enmarcan en la estrategia generalizada de guerra y terror del capital y del Estado contra los periodistas críticos de los medios comerciales y los medios libres o autónomos, en la que también se inscriben las agresiones de los últimos días y semanas a Regeneración radio y de La Otra Oaxaca TV, por citar solo dos ejemplos, lo que ha llevado a que México sea señalado como uno de los países más peligrosos para los periodistas y el quinto país con más periodistas asesinados: ochenta y ocho asesinados y dieciocho desparecidos según la organización Artículo 19.
Congruentes con sus principios de hacer periodismo de abajo, con autonomía y en “saber escuchar a la tierra”, los periodistas de Desinformémonos de forma profesional, critica y comprometida han acompañado e informado sobre los procesos de resistencias y rebeldías en México y distintas partes del mundo por más de seis años, convirtiéndose en referente de información para millones de personas de todo el mundo. En este sentido las agresiones contra Desinformémonos significan una afrenta contra los de abajo, contra nosotros y quienes como nosotros tienen memoria del trabajo y compromiso periodístico que estos compañeros han mantenido como su hacer cotidiano y forma de vida.
Coincidimos con el equipo de Desinformémonos en que ninguna respuesta o solución puede venir del Estado. El llamado Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos no ha garantizado su protección y hasta el momento ninguna institución o gobierno siquiera se han pronunciado. La respuesta consideramos ha de venir desde la organización de la gente de forma autónoma, desde el “cuidarnos entre todos” al que apela Desinformémonos. Que sepa el gobierno federal y el de Miguel Ángel Mancera que desde distintos espacios y geografías nos mantenemos vigilantes de cualquier acción que por acción u omisión atente contra la vida y el trabajo de quienes conforman Desinformémonos.
Firman:
Comunidad Indígena de Mezcala
Comité en defensa del Bosque El Nixticuil
Comunidad Indígena de Ixcatán
Colectivo Un Salto de Vida
Alejandra Guillén, periodista
Rubén Martín, periodista
Raúl Torres, periodista
Noviembre, 2015; Jalisco.
