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Plan Integral de fortalecimiento y rediseño: “la extinción del normalismo”

Flor Goche/Desinformémonos

A mediados de noviembre, Aurelio Nuño Mayer, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), anunció que para febrero de 2016 se hará pública una nueva estrategia para el “fortalecimiento” de las 449 escuelas normales del país. Detalló que se trata de un “plan de modernización” que, entre otras, busca evitar que estas escuelas “puedan estar al margen de la ley”.

La advertencia del funcionario alude a uno de los propósitos de la Reforma Educativa de febrero de 2013, esbozado, posteriormente, en el artículo 22 transitorio de Ley General del Servicio Profesional Docente: “La Secretaría [SEP] formulará un plan integral para iniciar a la brevedad los trabajos formales, a nivel nacional, de diagnóstico, rediseño y fortalecimiento para el Sistema de Normales Públicas a efecto de asegurar la calidad en la educación que imparta y la competencia académica de sus egresados, así como su congruencia con las necesidades del sistema educativo nacional”.

¿De qué trata el plan integral para las normales públicas anunciado? Diversos documentos emitidos con posterioridad delimitan con mayor claridad lo que se avecina.

El Programa Sectorial de Educación 2013-2018, expedido en diciembre de 2013, establece las siguientes líneas de acción respecto de las escuelas normales: formular el Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento para el Sistema de Normales Públicas; asegurar la calidad de la educación que imparten las normales y la competencia académica de sus egresados; y fortalecer los mecanismos para seleccionar a los mejores aspirantes a ingresar a la formación inicial de docentes.

Por su parte, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en las Directrices para mejorar la formación inicial de los docentes de educación básica, publicación que data de septiembre de 2015, precisa que aunque las acciones específicas de la actual administración para las escuelas normales están en proceso de definición, algunas de las principales recomendaciones en la materia son: consolidarlas como instituciones de educación superior mediante una mayor comunicación, intercambio, cooperación y movilidad académica con otras instituciones no normalistas de educación superior; mejorar los criterios de selección para ingresar a ellas, así como el perfil de egreso, el cual deberá ser congruente con el Servicio Profesional Docente; y consolidar sus plantas académicas a través de un nuevo sistema de ingreso, permanencia y promoción.

Respecto de la última de estas acciones, el INEE es más específico en su documento Los docentes en México, informe 2015, en el que concluye: “Las instituciones normales y del sistema UPN [Universidad Pedagógica Nacional] no sólo requieren del fortalecimiento de las condiciones laborales de su planta académica, sino que se verían beneficiadas si ésta fuese incluida en el Servicio Profesional Docente, para que pueda participar en los procesos de inducción, de evaluación del desempeño y de asesoría técnica a las escuelas”.

En junio pasado, la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE) habilitó un blog electrónico para dar a conocer los aspectos generales del Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento para el Sistema de Normales Públicas.

En lo que compete a la oferta educativa, éste señala que las escuelas normales de país impartirán dos licenciaturas (en Educación y Docencia y en Educación Inclusiva), y 10 maestrías (Lenguaje y Comunicación, Físico-Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Valores y Desarrollo Humano, Tecnologías para el Aprendizaje y el Acceso al Conocimiento, Educación Física y Deportiva, Educación Artística y Apreciación Cultural, Lengua Extranjera, Educación Especial y Administración Educativa).

El gobierno mexicano prevé que el modelo educativo aquí delineado comience a operar a nivel nacional en agosto de 2016.

Temas que alarman a estudiantes y profesores de Normales de Michoacán

Jorge Cázares Torres, docente en la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, de Tiripetío, Michoacán, comenta que desde mediados de octubre los profesores de las ocho Normales de la entidad se reúnen para conocer y analizar el plan gubernamental, del que hasta ahora no han sido notificados oficialmente.

Especifica que a la fecha han celebrado cuatro reuniones en las que también participan los estudiantes normalistas. En éstas se conformaron equipos de trabajo, mismos que han detectado los principales puntos de riesgo del proyecto oficial, y empezado a elaborar propuestas alternativas de reforma en apego a la tradición normalista, herencia de la Revolución Mexicana.

Uno de los puntos de especial preocupación recae en la oferta educativa que sólo contempla dos licenciaturas: Educación y Docencia y Educación Inclusiva ¿Qué pasara con las demás carreras que ahora se imparten como educación preescolar, primaria, física, especial o telesecundaria?, se preguntan.

Cázares Torres refiere que el colectivo intuye que, en la idea de homologar la educación inicial, la pretensión es desaparecer las licenciaturas existentes para suplirlas por las dos referidas, política que implicaría, asimismo, el riesgo de que sean cerradas muchas de las escuelas Normales que hoy existen.

Otro tema que los alarma es el de la intentona de que las Normales del país formen docentes de acuerdo con los perfiles y criterios de idoneidad impuestos por el INEE. Esto se advierte cuando en los documentos oficiales se habla de mejorar el perfil de egreso en congruencia con el Servicio Profesional Docente, o de asegurar la calidad de la educación que se imparte en estas escuelas y la competencia académica de sus egresados.

Por otro lado está el asunto del establecimiento de convenios de comunicación, intercambio, cooperación y movilidad académica con otras instituciones no normalistas de educación superior para compartir la formación inicial de docentes, al que consideran “un paso intermedio hacia la desaparición definitiva del normalismo”.

Y es que, como se precisa en Los docentes en México, informe 2015, a la pretensión de que las Universidades apoyen la formación inicial de los docentes a través de una mayor articulación con las escuelas Normales, se suman los postulados del Servicio Profesional Docente que reconocen la posibilidad de contratar como profesores a los egresados de otras licenciaturas.

Un punto más de preocupación se desprende del planteamiento de consolidar la planta académica de las escuelas Normales a través de un sistema de ingreso, permanencia y promoción que, desde la lógica oficial, no es otro que el del Servicio Profesional Docente. En el plano laboral esto significa, de acuerdo con el análisis de los profesores y normalistas michoacanos, someter a los profesores de estas instituciones a los perfiles de idoneidad del Servicio Profesional Docente, a través de evaluaciones periódicas por parte del INEE.

Este tema se vincula con el diseño y desarrollo de estrategias para el relevo generacional de la planta académica de las normales de país mediante procesos de retiro voluntario, que es otra de las directrices planteadas por el INEE. Tal disposición, refiere Cázares Torres, va encaminada a “deshacerse de los maestros que aún conservan la tradición normalista” para, sustituirlos por una planta docente acrítica y tecnócrata, dispuesta a aplicar de manera instrumental el programa oficial.

“El Plan oficial pretende sepultar el normalismo”

Reducir la oferta educativa de las Normales a dos licenciaturas; redefinir el perfil de sus egresados según los criterios de idoneidad del Servicio Profesional Docente; compartir la formación inicial de los futuros maestros con otras instituciones educación superior; someter a los docentes de las Normales a las evaluaciones del INEE; y alentar, mediante el retiro voluntario, el relevo generacional de sus profesores, son en suma los temas que preocupan a profesores y alumnos michoacanos.

Cázares Torres refiere que del análisis de los documentos oficiales, que en el discurso aluden al rediseño y fortalecimiento del Sistema de Normales Públicas, los profesores y estudiantes michoacanos organizados detectan más bien la pretensión de desparecer estas escuelas: “Acabar con el último reducto del proceso revolucionario del siglo pasado que se fincó con los criterios axiológicos de la justicia social y la soberanía nacional”.

A decir del profesor de la Normal de Tiripetío, el plan de modernización de las Normales del país concuerda con la amplia estrategia del Estado mexicano de exterminio de estas escuelas por vías diversas. A través de la inanición, la represión directa (tal como ocurrió en la Normal rural de Ayotzinapa, Guerrero, con la desaparición forzada del 43 de sus estudiantes y el asesinato de otros tres), los recortes presupuestales, las campañas mediáticas de estigmatización de sus comunidades, el cierre de estas instituciones educativas y/o de sus sistemas de internado, o el simple hecho de hacerlas menos atractivas para sus aspirantes.

En este contexto, precisa, el golpe mayor es para las normales rurales, instituciones que políticamente son las que más incomodan a los gobernantes por el tipo de formación que procuran. Cabe destacar que los alumnos de las 16 normales rurales que aún existen en territorio mexicano están agrupados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), la organización estudiantil más longeva del país.

“Nos quieren desaparecer porque ven un gasto excesivo en nosotros y porque nuestras escuelas son cuna de conciencia social”, comentan, en entrevista, integrantes del Comité Estudiantil de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, de Tiripetío, Michoacán.

Una muchacha que forma parte de la Organización de Normales Oficiales del Estado de Michoacán (ONOEM), agrega que la instrucción que reciben en las escuelas Normales los forma como seres humanos críticos, analíticos y pensantes, que es justamente lo que el gobierno no quiere.

Las protestas y los proyectos alternativos de reforma

Desde el pasado 6 de octubre, los alumnos de las ocho normales oficiales de Michoacán emprendieron un paro de labores. Además, a partir del 27 de noviembre los futuros profesores instalaron un plantón en el Centro Histórico de Morelia, la capital michoacana.

Los jóvenes agrupados en la ONOEM se oponen, entre otras, al Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento del Sistema de Normales Pública. Los profesores de las escuelas Normales de Michoacán, a través diversos pronunciamientos emitidos por sus instancias sindicales, también han manifestado su inconformidad con este plan.

Ambos, alumnos y profesores normalistas, piden que el gobierno encabezado por Silvano Aureoles Conejo los escuche. “Queremos que se nos escuche, que haya una mesa pero que sea de negociación y no de imposición”, comenta un estudiante.

A la par de la protesta y del emplazamiento a diálogo, los foros de análisis, discusión y elaboración de propuestas alternativas en torno a la defensa y fortalecimiento del normalismo continúan.

Cázares Torres comenta que la idea es que cada escuela elabore su propio proyecto de fortalecimiento en todos los aspectos, tanto curricular, administrativo y de infraestructura. Éste tendrá que retomar las particularidades de cada contexto.

El primer acuerdo en torno a las propuestas alternativas de reforma que se construyen es que éstas tengan como base los cinco ejes formativos del normalismo rural: educativo (desde una postura crítica al plan oficial), cultural, deportivo, productivo y político.

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