Más de 400 indígenas de la etnia Embera Wounaan se vieron forzados a abandonar sus hogares y establecerse en un refugio por los bombardeos contra campamentos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por parte del ejército colombiano, sobre el resguardo Playa Linda, que limita con Pichimá, lugar donde habitan.
Bernardino Dura, líder del pueblo, explicó que desde hace un mes tomaron la decisión de protegerse en el casco urbano del municipio tras el inicio de los bombardeos el pasado 10 de abril en Playa Linda.
Las 94 familias indígenas denunciaron que el único albergue es insuficiente para acoger a los integrantes de la comunidad y exigieron al gobierno colombiano a cesar los bombardeos, garantizando protección y medidas para regresar a sus territorios.
Hace una semana algunos pobladores fueron a los resguardos, junto a autoridades municipales, a verificar la situación y evidenciaron que los bombardeos continúan.
El gobierno continúa con los ataques terrestres y aéreos contra el ELN a pesar de que el pasado 30 de marzo ambas partes anunciaron su decisión de iniciar reuniones formales, con el objetivo de hallar una salida concertada al conflicto.
Entre los mecanismos para hacer frente a estos grupos, contenidos en la Directiva 15 de 2016 acordada con la Fiscalía, están los bombardeos aéreos.
Con información de Prensa Latina
