Más de 500 personas, entre ellos trabajadores de la cadena de supermercados El Super, sindicalistas, líderes de la comunidad y clérigos participaron la tarde de este miércoles 18 de noviembre, en una acción de desobediencia civil pacífica y vigilia en la transitada intersección de los Cinco Puntos, cerca de la tienda El Super del Este de Los Ángeles. Estados Unidos.
Los manifestantes tomaron las calles por segunda vez en menos de un mes para intensificar la presión a los directivos de las tiendas El Super -filial del Grupo Comercial Chedraui de México-, en la víspera de la reanudación de las negociaciones contractuales. Más de una docena de manifestantes fueron arrestados después de formar un círculo de oración en medio de la concurrida avenida César E. Chavez, después de que oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) les ordenara dispersarse.
Entre los arrestados se encontraba Flora Castaneda, una cajera de El Super # 17. “Para que haya un cambio se requiere que las personas como yo, levanten la voz. Yo no quiero ser arrestada pero si nosotros no nos levantamos por nosotros mismos, todo va a seguir igual”, dijo Castaneda, una madre soltera con tres hijos y quien ha trabajado en El Super por más de once años.
Castaneda es una de los aproximadamente 600 empleados que son miembros del Sindicato Internacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos y el Comercio (UFCW), que trabajan para la cadena de tiendas El Super. Por más de dos años, Castaneda y sus compañeros de trabajo sindicalizados han estado buscando un acuerdo con la empresa que les asegure 40 horas garantizadas para los empleados de tiempo completo, suficientes días por enfermedad pagados, protecciones por antigüedad, salarios justos, beneficios de cobertura médica accesible, el derecho a organizarse sin represalias y respeto en los lugares de trabajo.
En julio pasado, El Super entabló un convenio con el gobierno de Estados Unidos para resolver los cargos de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de que la empresa violó los derechos laborales de los trabajadores, protegidos a nivel federal. La compañía acordó regresar a la mesa de negociaciones y negociar de buena fe un nuevo contrato con el sindicato UFCW.
Sin embargo, desde su regreso a las negociaciones con el sindicato, el 18 de agosto, después de un año de negociaciones estancadas, El Super no ha hecho un avance significativo encaminado hacia un acuerdo aceptable para los trabajadores. La empresa acordó negociar un total de cinco ocasiones, en el transcurso de cuatro meses pero El Super, incluso no ha cumplido su obligación de proporcionar la información legal necesaria para negociar.
El Grupo Comercial Chedraui es la tercera cadena de tiendas de autoservicio más grande de México. Opera más de 200 supermercados en México y 52 tiendas en Estados Unidos. En el 2014, obtuvo ganancias millonarias. Sin embargo, la planta laboral de Chedraui en Estados Unidos, compuesta mayoritariamente por trabajadores migrantes, labora en trabajos que socavan los estándares laborales básicos de esta industria.
El 12 de noviembre, una coalición multinacional presentó quejas ante el gobierno federal de Estados Unidos argumentando que Chedraui está violando el acuerdo laboral del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los lineamientos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al participar en presuntos “abusos a los derechos de los trabajadores” en Estados Unidos y México.
La queja bajo los mecanismos del TLCAN en contra de Chedraui fue presentado por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos y el Comercio en California, el Frente Auténtico del Trabajo en México y la Alianza por una Nueva Economía de Los Ángeles, con sede en esta ciudad, así como el Proyecto de Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), una organización no gubernamental con sedes en México y Estados Unidos que se enfoca en América Latina.
María Brenes, directora ejecutiva de la organización la Lucha del Pueblo (InnerCity Struggle), dijo durante la manifestación que precedió a la acción de desobediencia civil pacífica: “Estoy muy orgullosa de estar aquí en solidaridad con los trabajadores de El Super y mis compañeros líderes de esta comunidad que estamos aquí protestando contra la manera irresponsable y vergonzosa de la empresa de hacer negocios en nuestras comunidades”.
Información Bertha Rodríguez, de la campaña «Justice for El Super Workers»
