“El caso de Daphne no es aislado, es la muestra de que las situaciones de violencia sexual contra mujeres – víctimas en un 90 por ciento de los casos registrados en los últimos 5 años – son de las violaciones a los derechos humanos que más se está dando en México.”

El análisis pertenece a Karla Michel Salas, feminista y abogada de larga trayectoria en casos de violencia hacia la mujer, fue una de las litigantes en el caso conocido como “Campo Algodonero”, que le valió a México una condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por esos casos de feminicidio ocurridos en Ciudad Juárez en el año 2002.

Para sostener la afirmación de la “epidemia” de violencia sexual que se extiende en el país, la abogada recurrió a los datos más recientes que se tienen sobre el tema. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), organismo dependiente del Gobierno Federal, presentó a mediados de Marzo de este año el “Primer Diagnóstico sobre la atención de la violencia sexual en México”.

El panorama es escalofriante.

“En los últimos 5 años, los transcurridos entre el año 2010 y el 2015 se registraron 3 millones de casos de violencia sexual en el país, lo que implica la ocurrencia de 600 mil casos por año, 1345 por día, sólo tomando las cifras oficiales. Además de eso existe una cifra negra, de casos que no se conocen, que se estima en que en realidad esos números deben ser multiplicados por dos, para obtener una cifra más cercana a lo que ocurre realmente. El 90 por ciento de las víctimas de ese periodo son mujeres”

El caso de Daphne, como se ve, no es aislado, pero sí es complejo y bastante paradigmático. No sólo por el tiempo que ha transcurrido desde los hechos, sino por la gama de personalidades que involucra: desde los hijos de personajes políticos y empresariales de Veracruz, en el papel de los agresores; hasta los integrantes de Anonymus, quienes denunciaron haber recibido amenazas tras publicar la filiación y los vínculos de los atacantes.
El caso explotó públicamente cuando el padre de la niña agredida circuló públicamente una carta, el lunes 22 de Marzo, en la que denunció lo sucedido y todo lo acontecido hasta la fecha:
“En enero de 2015, mi hija fue subida a un auto en contra de su voluntad, privada de su libertad, incomunicada, vejada, sometida, abusada sexualmente y violada. En ese aberrante suceso participaron 4 individuos mayores de edad” Y publicó, junto a la carta, un video en que 3 de ellos piden disculpas por lo hecho, argumentando que “estaban muy mal” o que actuaron “por tontos”
Esta exposición pública de los hechos ocurrió, como se ve, a más de un año de lo sucedido,  ¿por qué tanto tiempo? El padre también lo explica en la carta.
Los padres de la niña agredida acordaron con las familias de los agresores que los muchachos debían cumplir tres peticiones: disculparse por video, mantenerse lejos de la chica y asistir a terapia. Como eso no se cumplió, entonces acudieron a las autoridades, cerca de 4 meses después de lo ocurrido.

Ahora, los padres de la joven reclaman que la justicia no avanza.
El lunes 28, familiares y vecinos de la joven marcharon por el Boulevard Manuel Ávila Camacho, de la ciudad Boca del Río / Puerto de Veracruz, reclamando justicia y avances concretos en la causa judicial, abierta desde Mayo de 2015, cuando acudieron a la justicia.
Ese mismo día, el grueso de las organizaciones feministas y de mujeres de Veracruz, (también las de familiares de desaparecidos se plegaron) emitieron un comunicado al respecto del caso y del tratamiento mediático que recibió: “Hemos leído, analizado, discutido, encontrado todas las dificultades que rodean este caso. Sabemos y no nos quedamos calladas. Estamos al tanto y estamos juntas”
Pero lo clave del comunicado estaba en sus frases finales: “Sabemos qué es la agresión sexual en este país y en este mundo. Sabemos cómo es que otras personas quieran hablar por nosotras, a veces incluso con buenas intenciones. Si quieres hablar un día, dar tu versión, o que busquemos otro tipo de ayuda, estamos aquí para ti. Puedes escribir, sin que nadie se entere a redsolidaria@outlook.com”

“La particularidad que tiene este caso es que, tanto la víctima como su familia, rompieron el silencio y usaron las redes para exhibir la complicidad que hay entre los agresores y las autoridades” agregó Karla Michel.

El lunes 22 de Marzo, la madre de otra jovencita denunció penalmente a un grupo de estudiantes de la Universidad del Valle de México, particularmente del campus Boca del Río, (misma ciudad donde ocurrió aquel) por haber abusado sexualmente de su hija, haber filmado el acto y difundido el video por redes sociales, así como entre los estudiantes de la mencionada escuela.

La investigación y la impunidad 

La denuncia penal de la agresión contra Daphne fue presentada en Mayo de 2015, ante la que se abrió una averiguación previa, iniciada por la Agencia Primera Investigadora Especializada en Delitos contra la Libertad Sexual y contra la Familia, a cargo de la fiscal María Consuelo Lagunas Jiménez.
En la denuncia, la familia de la agredida presentó las pruebas que había recabado, entre ellas, el video mencionado más arriba, en que los agresores hablan de lo hecho y piden disculpas. La niña fue sometida a pericias.
No sucedió nada. En Noviembre del año pasado, la investigación se detuvo, ya que se cumplieron los 180 días que establece el código del proceso para iniciar acciones contra los acusados. Ninguna orden contra los jóvenes ha sido librada hasta entonces.
Es más, el medio Libertad bajo palabra denunció este miércoles 30 que, según información recibida de los usuarios de redes sociales, los agresores fueron vistos en el aeropuerto de Veracruz abordando uno de ellos un avión hacia Madrid, España, mientras los otros 3 habrían salido del país rumbo a Houston, Texas.
Consultado al respecto, el Fiscal General de Veracruz, Luis Ángel Bravo respondió que “la mejor forma de dar seguimiento a una persona es si sale del país.”

Según los datos del informe de la CEAV, de los 3 millones de casos de violencia sexual registrados a nivel nacional en los últimos 5 años, apenas en 83 mil de ellos se han iniciado averiguaciones previas. Sólo 10 de cada mil agresores denunciados son consignados ante el Ministerio Público.
¿Qué es lo que hace que tal nivel de impunidad prevalezca?
“Son varios elementos. En los institucional, es clave la falta de agentes del Ministerio Público y de autoridades capacitadas para este tipo de casos, la falta de herramientas existentes para llevar adelante una investigación adecuada y efectiva” explica Karla Michel.
“El inicio de una averiguación previa tampoco implica una condena, ya que en la práctica la mayor parte de los casos denunciados son desestimados. Estamos tratando con delitos de ‘realización oculta’ es decir, que sus perpetradores procuran cometerlos sin testigos. Si a eso le sumamos que los funcionarios siempre están dudando de las palabras de las víctimas, entendemos por qué tanta impunidad.”

La abogada advierte que a pesar de lo que pueda pensarse, existen lineamientos claros, elaborados por la Corte Penal Internacional, que así como la Corte Interamericana juzga la responsabilidad de los estados en las violaciones de derechos humanos, este Tribunal juzga la responsabilidad individual en casos de lesa humanidad.
“En casos de violencia sexual no se puede cuestionar la palabra de la víctima, que en la mayoría de los casos es el testimonio que se tiene de lo ocurrido. Eso expresan los lineamientos. Es una regla clara para las autoridades mexicanas. En el momento en que los abogados de los acusados cuestionan cómo la joven iba vestida, o qué hacía en tal lugar, si había bebido o no, se está poniendo en duda su palabra, intentando desprestigiarla. Es importante notar que ninguna de esos elementos tienen peso jurídico y que es una falta de ética importante del abogado de los acusados.”
En el caso de Daphne, además, está el video de los agresores hablando sobre lo sucedido.
“Según el sistema acusatorio que comienza a regir este año, la confesión no es elemento clave en el proceso. El video de la confesión de los jóvenes tiene más un efecto mediático que jurídico, pero a pesar de todo lo antedicho, si presenta elementos importantes para el juicio: ellos se colocan en el lugar de los hechos, aceptan haber estado con ella, son elementos suficientes para vincularlos a un proceso penal”
Sin embargo, nada ha salido de la oficina de la fiscal Lagunas Jiménez.

Las redes

La otra explicación que la abogada consultada encuentra para la impunidad que rige en los casos de violencia sexual en México, es la respuesta social que emerge ante su emergencia pública y que hace aflorar gran parte de la subjetividad reinante:

“En otro de los casos en dónde esto se ve claramente fue en la denuncia realizada por una joven periodista, quien el 8 de Marzo, -paradójicamente- caminaba por la Colonia Condesa de la ciudad de México cuando un hombre le levantó la falda y le bajó la ropa interior en plena calle.”
La respuesta de Andrea Noel fue hacer su propia investigación y denuncia. Para eso, recogió las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona, las editó y mostró desde distintos ángulos, la mecánica de la agresión y el agresor. ¿La respuesta?
“En las redes y algunos periodistas, o más bien, sujetos con poder de acceder a una pluma y publicar sus opiniones, comenzaron a cuestionar a Andrea por el tipo de ropa que llevaba y a responsabilizarla de lo sucedido. Hubo incluso quien la acusó de haber ‘montado’ la escena.”
La violencia fue en aumento, las amenazas de violación y muerte no se hicieron esperar en sus redes sociales hasta que Andrea decidió abandonar el país.

¿Qué es lo que destapa esta violencia solapada que surge cuando las mujeres denuncian ser atacadas?
“A las mujeres se les continúa sin creer. Hay un estereotipo muy arraigado de que las mujeres inventan este tipo de agresiones. Como si un día nos levantáramos con ganas de decir que nos han violado. Reconozco mucho valor en Daphne y en su familia al salir a la luz pública a denunciar, es un acto de mucho valor. Usualmente las mujeres que recorren ese camino suelen explicar que el ataque sexual fue doloroso, pero más doloroso es soportar todo lo que viene después. El mensaje, entiendo, va dirigido al resto de las mujeres y es: ‘mira lo que te va a pasar si te atreves a denunciar’.”

Pero desde las organizaciones feministas de Veracruz se lee que la valentía de estos dos primeros casos va a redundar en que más jóvenes – y no tanto – rompan el silencio.
“Ese tiene que ser el proceso de cambio. Recordemos que todo reconocimiento de derechos, toda creación de mecanismos de protección o denuncia, nunca fue iniciativa de las autoridades. Estos avances sólo se dan con la presión social y que, en muchos casos, se forja a partir de casos concretos, de rostros, voces, mujeres, niñas que han sufrido.”

Así lo explicó la niña agredida esta vez, en una carta publicada en su red social: “me siento triste porque me siento sola, sé que no es así pero así lo siento, muchos de mis «amigos» y muchos de mis «conocidos» dudaron y me juzgaron. Siento una patada en el estómago al saber que ellos no son inocentes, que saben la verdad, saben lo que pasó esa noche y aún así siguen mintiendo. No me estoy escondiendo, no estoy diciendo nada más de la verdad, no tengo de qué arrepentirme.”

Foto: Cuartoscuro / Marcha en Boca del Río, Verazcruz, por justicia para Daphne, el lunes 28 de marzo de 2016