Los casos de violencia en Puebla, como los de las catorce mujeres que fueron víctimas de feminicidio en menos de los dos meses que van del año, de las cuales varias estaban embarazadas, demuestran la “enfermedad social” del estado y el desinterés de las instituciones por frenar la violencia, así como la necesidad de difundir la #AlertaPuebla por el incremento de las agresiones, señaló el Nodo de Derechos Humanos.

Desde hace tiempo la impunidad y el abuso del poder y la autoridad han permitido el incremento de los casos de agresiones en el estado de Puebla, como los de pederastia y trata de personas durante el gobierno de Mario Marín, en el que el propio ex gobernador evadió su responsabilidad a pesar de que las evidencias fueran suficientes para su acusación, indicó el Nodo.

Los asaltos, desapariciones, feminicidios, agresiones a periodistas, detenciones arbitrarias, agresiones a activistas y líderes comunitarios, rupturas de todo mecanismo de diálogo real entre gobernantes y gobernados, corrupciones y complicidades entre poder económico y político, impunidad para el que tiene algún tipo de poder, entre otros elementos, son los que ahora caracterizan al estado de Puebla como un “símbolo” de ambición política.

De acuerdo con el Nodo, el papel de la sociedad debe ser el difundir y organizarse, a pesar de la represión y la violencia, pero además, la otra parte que involucra a los gobiernos es de sancionar a los responsables de las agresiones y reconocer la gravedad de la situación en el estado.

Foto: Mely Arellano