Los campos de refugiados y migrantes instalados en Grecia no cumplen con las normativas internacionales, pues sus condiciones son “deficientes” y “lamentables” para las 53 mil personas que se encuentran “atrapadas” en ellos, denunció la organización no gubernamental Médicos del Mundo.

Hasta ocho delegaciones de la organización visitaron el campo de Idomeni, en la frontera con Macedonia, y concluyeron que los refugiados y migrantes viven en «un entorno inadaptado, con recursos sanitarios insuficientes, carencia de escuelas y campañas de vacunación».

Además, resaltaron el incremento de casos de violencia sexual y de género en los campos, especialmente contra las mujeres y niños, que representan el 40 por ciento del total.

De la misma forma, la presencia de helicópteros y aviones militares sobre los campamentos provoca «un ruido ensordecedor que ha vuelto a despertar en los más pequeños las pesadillas y el pánico que vivieron en su país de origen en guerra», denuncian.

Por otra parte, que los periodistas tengan el acceso restringido a dos de los nuevos puntos de establecimiento de migrantes, el del puerto de Tesalónica y el campamento de Djavata, «limita el escrutinio público sobre la situación de las estas personas».

Médicos del Mundo reiteró su rechazo al acuerdo de la Unión Europea y Turquía sobre la expulsión de refugiados en las islas helenas, y reiteró su defensa de la instauración de vías legales y seguras para los que huyen de la violencia en sus países y deseen llegar hasta el continente europeo.

Con información de agencias