Uno de cada cuatro niños que viven en países en conflicto no va a la escuela, informó ayer el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que considera que toda la generación afectada crecerá sin habilidades básicas y necesarias.

“La escuela equipa a los niños con los conocimientos y habilidades que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando el conflicto termine”, dijo en una declaración Jo Bourne, jefa de Educación de UNICEF.

Según las cifras, el país con la más elevada proporción de menores que no asiste a la escuela es Sudán del Sur, con un 51 por ciento de inasistencia a nivel primaria y primeros niveles de secundaria, seguido de Níger, con un 47 por ciento de niños que no van a la escuela. “Los niños que viven en países afectados por conflictos han perdido sus hogares, a sus familiares y amigos, la seguridad y la rutina”, dijo Bourne.

“Y sin capacidad para aprender siquiera las habilidades básicas de lectura y escritura, corren el riesgo de perder también su futuro y de perder la oportunidad de aportar a sus economías y sociedades cuando lleguen a la edad adulta”, señaló.

Además, la inseguridad y la falta de educación provocan que los niños sean más vulnerables a ser reclutados por grupos armados, especialmente porque son considerados como individuos que pasan desapercibidos en los lugares públicos.

La violencia en los países de África y el Medio Oriente provoca que miles de centros de estudio sean cerrados, dejando a millones de menores sin la posibilidad de continuar la primaria o iniciar la secundaria.

Con información de agencias