La radio fogata lleva al aire casi el mismo tiempo que Cherán tiene como pueblo autónomo: 4 años. La tele no, es más nuevita y apenas va por el año.

El proceso autonómico de los P’urhépechas es bien conocido pero Yunuen e Isabel, integrantes de los “consejos operativos” de la comunidad, una del de  jóvenes y la otra del de mujeres, ofrecen una refrescada rápida a la memoria y con perspectiva de género: “Quienes se enfrentaron a los talabosques en primera instancia fueron las mujeres. Cherán es una de las comunidades que ha trabajado la madera como forma de subsistencia. Nuestros abuelos nos platicaban que si cortaban un árbol, vivían con él dos o tres semanas, con un solo árbol”. Pero claro que ese no fue el ritmo que respetaron los que empezaron a saquear la riqueza natural: “A partir de 2008 la tala indiscriminada se hace en las narices de la gente, llegaron a pasar 200 camiones por día repletos de madera, la gente lo veía”. El límite fue la amenaza de “un sitio sagrado para la comunidad”, conocido como La Cofradía. ¿Por qué es sagrado? Porque es donde nace el agua.

“Las señoras dicen que si los señores no van a hacer nada, pues vamos a hacerlo nosotras, porque ya le dieron a la parte importante”, relatan. Entonces, el 15 de abril de 2011, un grupo de señoras deciden parar a los camiones y les hacen frente. Las señoras, sin armas, sin nada, se pararon frente a unas camionetas con tipos armados.

“Cuando los chavos del lugar ven este episodio van a auxiliarlas. Desafortunadamente en ese episodio varios de los jóvenes resultaron heridos, pero las mujeres fueron quienes detuvieron a los tipos en primera instancia y los acecharon hasta que todo el mundo llegó. Los corrieron hasta una de las plazas públicas, a un lugar llamado el Calvario”.

¿Creen que eso cambió el rol de las mujeres en la comunidad?

“Por supuesto, es aquí que las mujeres muestran el gran poder que tienen, ese valor, que no es que los hombres no lo tengan, pero las mujeres cuando lo dicen, lo hacen”.

Fueron ellas quienes también nutrieron las fogatas que se formaron para cuidar cada esquina del pueblo, ellas quienes proveían de la comida a jóvenes y adultos que resguardaban los bosques del ataque de la motosierra.

“A partir de ahí la mujer empieza a ser más activa en nuestro municipio y los hombres empiezan a reconocer toda la valía que tuvo desde el inicio del movimiento, acompañado por los jóvenes, que han estado siempre pendientes de la comunicación”

Mujeres y jóvenes al frente, entonces. Ellas iniciando el movimiento, el resto tomando la voz y difundiendo la noticia. Es el fuego el que imbrica ambos movimientos, no en vano la radio que se aprestan a fundar, allá por el 2011, es bautizada como “Radio Fogata”.

Recapitulemos: un grupo de mujeres del pueblo de Cherán se harta de un día de ver el saqueo pasear en forma de madera cargada en camionetas y se avienta a evitar el despojo. El pueblo se para detrás creando un movimiento que se apunta esta batalla ganada: echar a todos los representantes nacionales de la localidad y que el Estado reconozca como autoridad al Consejo Mayor, no la figura de un presidente municipal, sino un consejo integrado por varias personas.

Volvamos a los álgidos días de 2011 en los comienzos de la resistencia: “Un grupo de jóvenes se dedicó a hacer la comunicación inmediata entre las 195 fogatas que se crearon en el municipio. Estos jóvenes funcionaban como mensajeros, el pueblo lograba informar en menos de media hora a todas las fogatas de lo que estuviese pasando”.

Empiezan a pasar los días, no hay clases en Cherán, los jóvenes están sin actividad, ¿por qué no hay clases en Cherán? “Por todo el movimiento que estaba pasando, estábamos siendo rodeados por el crimen organizado y aún la seguridad no estaba al cien por ciento”.

Entonces, recordando que el ocio es el origen de la maldad y el horno no estaba para bollos por cuestiones obvias, deciden hacer talleres en una de las plazas que estaban bien resguardadas por la comunidad. Fotografía, cuentos y lógicamente, radio.

“Empezaron a llegar colectivos alertados por lo que estaba pasando y vuelcan a la comunidad lo que saben hacer. Los chavos se consiguen una bocina y un micrófono y deciden informar en cada esquina”. Ese primer proyecto de comunicación, básico pero efectivo, creció con ayuda de algunos colectivos y otros anónimos que trasladaron, por lo bajo, un transmisor que viajo desde el DF a Cherán.

“El movimiento se da en abril de 2011 y a partir del 6 de agosto ya está transmitiendo Radio Fogata, en una cabinita súper improvisada, con un micrófono, el transmisor, la computadora básica, siempre a la par del movimiento, comunicando lo que estaba pasando”.

De los 3 watts de potencia de aquel transmisor clandestino, la potencia se fue incrementando hasta llegar a los 100 watts: “estamos ahorita alcanzando un radio de una hora de distancia de las comunidades, sí se informa sobre Cherán, pero también de lo que acontece en la región, que varias de las comunidades vecinas están ahorita en cierto tipo de resistencia”. Las muchachas nombran a las comunidades Nahuatzen y Sevina, “que también están haciendo vigilancia en las entradas de sus pueblos con barricadas, para ver quién entra y quién sale. La radio ha sido uno de los medios abiertos para que brinden testimonio de lo que está pasando.

Más claro: el proceso de autonomía territorial estuvo fuertemente imbricado con la palabra, con la posibilidad de decir sin intermediarios. Entonces, parieron una radio comunitaria que goza de buena salud y corretea vivaz como lo haría un niño de 4 años, que es exactamente el tiempo que tiene.

Hoy transmite desde las seis de la mañana a las diez de la noche (en la web está en  http://radiofogata.org/) y “la tele (Tv Cherán) cumple un año este noviembre que está transmitiendo, empezó sólo los fines de semana, ahora a diario, con mucho mayor cantidad de horas. Nos apoderamos de los medios, que es algo que debería corresponderle a toda comunidad indígena”.

Foto: purépecha.mx

Video : «Aquí espantan» – Corto de terror, Tv Cherán