Puede parecer poco el puñado de acuerdos que parió el Primer Congreso Nacional de Normales de México, que tuvo lugar el jueves 18 y viernes 19, en al normal de Tenería, en el Estado de México.

El listado de puntos acordados es sencillo y no dista mucho de lo que ya han planteado los estudiantes desde hace meses: su postura en contra del Plan Integral de Reforma y Fortalecimiento de las Normales, en contra de la Reforma Educativa, en defensa de los derechos laborales de los maestros, por la reapertura de la Escuela Normal Rural Luis Villarreal de El Mexe, en Hidalgo – cerrada en 2008 – y por supuesto, por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el castigo a los culpables de la masacre de Iguala.

Lo que no se ve tras ese puñado de puntos es el proceso que lleva debajo. Entre mil y dos mil estudiantes se dieron cita para conversar y formarse, para ponerse en contacto y también ponerse de acuerdo, en las formas con las que defender a las Normales de la República.

No es técnicamente el comienzo del proceso de resistencia, pero si de la consolidación de un frente común estudiantil con una característica fundamental: la solidez.

“En algunos estados la información que se tiene sobre el Plan del gobierno es muy poca. Entonces quedamos en contacto para hacerles llegar los documentos que hemos producido en las escuelas del estado”. Es el caso de las 8 normales de Michoacán, que han hecho ya una discusión interna en sus propias sedes, acompañadas de docentes y administrativos.

“La mayoría de los compañeros estuvo de acuerdo en que es necesario crear opciones que contemplen las necesidades de las normales, de los que sí estamos ahí.”

También es el caso de las normales de Chiapas, que tienen una discusión más avanzada que otras de la República. Además de estos dos estados, participaron en el Congreso estudiantes de Aguas Calientes, Morelos, Oaxaca, Chihuahua, Puebla, Estado de México.

“De las cosas que me sorprendió del Congreso fue que la mayoría de los exponentes que fueron invitados por el Estado, (que apoyó con la infraestructura del tinglado donde se dieron las conferencias, mientras que el resto de comida y transporte de los estudiantes corrió a cuenta de los estudiantes anfitriones) me sorprendió que estos supuestos intelectuales que llegaron al Congreso a debatir fueron a apoyar la reforma. Fueron a plantar la posición en defensa, la que plantea el estado. Pero lo que destacaría fue el debate ideológico que se les plantó.”

En base a la polaridad que se marcó entre los normalistas y los trabajadores del Estado, muchos más se dieron cuenta de la importancia de la defensa de las normales. Ellos, los intelectuales, nos planteaban que la reforma busca una mejor calidad en la educación. Nosotros les preguntamos ¿para quién es la calidad? ¿a quién beneficia la reforma? Los intelectuales no pudieron explicar el fondo de lo que trataban de decir. Su respuesta fue muy superficial. Cuando les preguntamos no sabían qué decir”

También rescatan, en la diferencia, la actitud (y las palabras) del Dr. Manuel Gil Antón, profesor e investigador del Centro de Estudios Sociológicos de el Colegio de México: “fue de los pocos que no trabajando dentro del magisterio defiende la necesidad de que exista el normalismo. Planteó que no es lo mismo una formación docente sin pedagogía, como pasa en algunas universidades dónde los profesores tienen mucho conocimiento pero no tienen la capacidad de cómo transmitirlo”

¿En qué se da esa diferencia con la formación docente? Nosotros desde el primer año tenemos alguna materia, que el nombre varía, pero lo básico es que acudimos como observadores a las distintas escuelas. Vemos cómo afecta el contexto en el aprendizaje. En el segundo año y estamos en el aula. Es muy diferentes lo que aprendes en la teoría de la práctica. A mi me tocó ir a diferentes lados y ver las diferencias que hay en los servicios de las escuelas. Diferencias en los niños que acuden, en donde algunos tienen que caminar una hora para llegar a la escuela. Siempre se dice que es la práctica el criterio de la verdad, ¿no?”

¿Cómo ganarle a estos jóvenes que ya a los 19 años, cuando no tienen casi diferencia de edad con los estudiantes a quienes dan clases, ya están haciendo armas en el aula?

Así fue que los estudiantes se pusieron esta vez para defender lo que los hace y para entrar en contacto. La coyuntura los lleva a estar más cerca, “lo buscamos, vemos la necesidad de la unión.”

Planean un posible encuentro para dentro de 15 días en la Sección 9, de México, así como ya anunciaron el futuro Congreso, para 13,14 y 15 de Abril en Xalapa, Veracruz.

Mientras tanto, la información cosechada por los estudiantes en Tenería vuelve a las bases y se pone en relación, se discute y se vuelven a reunir.

Foto: Prensa Revolucionaria, Normal Superiór, Michoacán