En el año fiscal 2015, que concluyó en septiembre, los Estados Unidos habían deportado a más de 235 mil personas.  Al segundo día de 2016, en un operativo de redadas simultáneas realizadas al amanecer directamente en las casas y en varios estados de la Unión Americana, detuvieron a más de 120 personas, entre los cuales había mujeres y niños, los cuales fueron trasladados a Texas para preparar el regreso a sus países, el cual se realiza desde el día de ayer.

En un operativo especial implementado este fin de semana, el primero de 2016, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), realizó redadas que tuvieron lugar principalmente en los estados de Georgia, Texas y Carolina de Norte y en las que detuvieron a más de un centenar de personas adultas y varios menores indocumentados,  originarios de Centroamérica y México, que están siendo ya deportadas a sus países de origen, confirmó el Departamento de Seguridad Nacional.

Mujeres y niños fueron sacados de sus casas la madrugada del sábado 2 de enero y  fueron trasladados a Texas, la mayoría al South Family Detention Center.

Las familias detenidas había recibido ya una orden final de deportación por un tribunal de inmigración estadounidense y  habían agotado las opciones de apelación y solicitudes de asilo o de ayuda humanitaria previstas en la legislación declararon las autoridades del ICE.

Una mujer hondureña,  Ana Liceth Mejía de 30 años, tenía una orden de deportación para el 5 de enero de este año y, según señalaron a medios locales sus familiares, fue detenida en la casa de un familiar en Norcross, Georgia, a primeras horas de la madrugada junto a su hijo de nueve años de edad. “Es un abuso lo que hicieron, entraron con mentiras a la casa, despertaron a todos los niños y los trataron como criminales”, relató en entrevista telefónica a medios locales,  Johana Gutiérrez, familiar de los detenidos.

Por su parte, las autoridades del ICE, con sede en Atlanta informaron al periódico Nuevo Georgia que este operativo forma parte de las prioridades de control civil de inmigración anunciadas en noviembre de 2014, en donde la institución concentra sus esfuerzos en “detener y deportar a individuos que representan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la fronteriza. Esto incluye a las personas, ya sea solos o con familia que han sido detenidas al intentar entrar ilegalmente a los Estados Unidos, sobre todo a partir de 2014 y,  las personas que han recibido una orden final de deportación después del 1 de enero de del mismo año”.

El director de comunicaciones de la región sur del ICE, Bryan D. Cox comentó al Nuevo Georgia, que son del conocimiento público las estadísticas fiscales anuales publicadas el 23 de diciembre de 2015, en las que se establece que el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos regresó a su país a 235,413 personas.

Por su parte, la organización pro reforma migratoria FIRM, a través de su portavoz Kika Matos, consideró que la deportación de familias indocumentadas que huyen de la violencia en sus países de origen “no es una propuesta racional a la crisis humanitaria que se vive en Centroamérica” e instó a la administración del Presidente Obama a “poner fin de inmediato a sus planes de continuar haciendo redadas en casas, aterrorizar y destrozar familias”.

En 2015, Estados Unidos realizó campañas de información en colaboración con los gobiernos de México, Guatemala, Honduras y El Salvador del “potencial peligro” que puede representarles el “viajar al norte” ya que si cruzan ilegalmente la frontera no habrá ningún tipo de permisos y serán deportados.

Desde el verano del 2014 se han incrementado las deportaciones de inmigrantes centroamericanos con un promedio de 14 vuelos semanales y se confirma, a través del portal de Prensa Libre,  que han llegado ya a San Pedro Sula en Honduras, los primeros 115 deportados de 2016.

Con información de Movimiento Migrante Mesoamericano.

Foto: Hemeroteca Prensa Libre

Foto: AFP