Plastilina para entender la realidad colombiana

desinformémonos Trailer de Los Invisibles

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México, D.F. Para entender la compleja realidad de Colombia, quizá tiene que explicarse con plastilina. Los invisibles de este país son los campesinos, indígenas, afrodescendientes, migrantes, pobres, marginados y miles de etcéteras; también lo son aquellos que llaman “los desechables”, los habitantes de la calle, que para Edgar Humberto Álvarez, Alter Eddie, artivista -como se describe a sí mismo-, se convirtieron en los homenajeados de sus historias plastilínicas.

¿Se lo explico con plastilina? es un proyecto que surgió hace aproximadamente dos años con la intención de visibilizar ciertos temas de la realidad colombiana, porque de acuerdo con el artista, “la gente está cansada de las fotografías que muestran mucha violencia”.

Álvarez reconoce que la violencia forma parte de la cotidianidad, pero considera que la plastilina puede generar otro tipo de reacción en la gente sin omitir la realidad que viven cotidianamente.

 Crear conciencia con una bolita

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Alter Eddie trabaja la plastilina desde muy temprana edad. Domina bien la técnica, y lo que lo inquieta siempre es “justamente el qué decir”, confiesa. Expone las grandes cualidades de esa pasta maleable a la que, por ser un material de fácil acceso, la gente se siente más cercana y con la que reacciona de una manera diferente que con la caricatura política, por ejemplo.

“Todo mi trabajo tiene que ver con temas sociales, y esto ya se convirtió en una obligación para mí”, declara el artista.

Enseñar la técnica de este arte es parte de su trabajo, aún más en un país donde la falta de memoria es una grave enfermedad, señala. “La gente cada día necesita más formas de comunicación. Es importante también generar diálogo, el arte es un espacio muy cerrado donde muchas veces sólo hay interacción entre los mismos artistas. Yo lo hago con la gente, escribo muchas veces lo que me cuentan”, relata el colombiano.

Invisibles en Los Ángeles, desechables en Colombia

Los invisibles es un corto animado que nace en Los Ángeles, California, la capital de los habitantes de la calle (con cerca de 60 mil personas en esa situación), comenta Edgar Álvarez. La decisión de un primo suyo de vivir en la calle lo acercó a estas personas que, con una carrito de supermercado, recorren las calles de esta ciudad. “Muchas personas que están allí padecen alguna enfermedad mental, son veteranos de guerra o simples estadunidenses que tomaron esa decisión”, explica.

Si bien este proyecto nació en Estados Unidos, Colombia también puede ser uno de los escenarios de este animado plastilínico, “aunque la imagen podría tornarse más cruda”, considera el autor. Explica que en Colombia existe la llamada “limpieza social”, que para los habitantes de la calle se convierte en una situación mucho más riesgosa, pues “cuando alguien llega a la calle pierde todos sus derechos”. Un ejemplo es lo ocurrido en días pasados, cuando un “desechable” fue rociado con gasolina y quemado vivo, junto con su perra, en la ciudad de Bogotá.

Marco Tulio Sevillano, el habitante de calle conocido como “Calidoso”, representa quienes viven en la calle por decisión propia. “Algunas personas deciden vivir en la calle, es como un símbolo de libertad; el no tener que pagar un arriendo o conseguir un trabajo incluso se convierte en una forma de vida”, indica.

En Colombia se castiga a los invisibles y se hace con la muerte, “puede que a Calidoso mañana nadie lo recuerde. Yo le hice un homenaje a través de lo que la gente me contó y quizá con una bolita de plastilina se pueda visibilizar a los invisibles y hacer algo con esta violencia”, valora Álvarez.

En Los Ángeles, el artista colombiano hizo un experimento para conocer la reacción de la gente frente a los habitantes de la calle y el resultado lo sorprendió, a pesar de la aceptación de su trabajo artístico. “Empecé a hacer retratos en plastilina de algunos habitantes de la calle y los ubique cerca de estos; la reacción de la gente fue tomarle fotografías a mis creaciones sin siquiera percatarse de la existencia de estas personas”, recuerda el activista.

Temas como la migración, la defensa de los animales, los paseos de la muerte (personas que fallecen esperando atención médica), o el recuerdo de algún acontecimiento, personaje o momento histórico, son parte de la realidad que plasma este artista, que como muchos en Colombia, busca día con día crear formas de acercar a la gente a interesarse y ser más críticos con el contexto que habitan.

“Hay que buscar formas creativas de comunicar lo que piensas, y nunca pensé el alcance que un simple muñeco de plastilina podría tener”, concluye ‘Alter Eddie’.

21 de julio 2014

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