En la Escuela de Antropología, nuevo sindicalismo en construcción

Jaime Quintana Guerrero

México. “Nosotros pensamos que existe un repliegue en la lucha sindical. Tenemos un reto”, señalan en entrevista con Desinformémonos Ricardo Chacón (Secretario de Difusión, Prensa y Propaganda), Paola Martínez (Secretaria del Exterior) y Jesús Alfonso Torres (Secretario de Trabajo y Conflictos), miembros de la nueva agrupación laboral de profesores de asignatura de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en la Ciudad de México. Los profesores consideran que los sindicatos en México siguen siendo una herramienta de lucha para los trabajadores  precarizados, que no tienen ningún tipo de derecho laboral.

 “No cerramos los ojos a lo que impera en el país en relación a los trabajadores”, señala Paola Martínez González, maestra y responsable de la cartera del Exterior de la Coalición de Profesores de Asignatura de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. “Existe un sindicalismo corporativizado, un sindicalismo ‘blanco’ que no defiende los a los trabajadores y a sus intereses, sino al contrario. Son una camarilla de dirigentes que se sirven del sindicato. Lo que existe en muchos casos no es una herramienta de lucha en beneficio de los trabajadores”.

Paola Martínez denuncia que existen situaciones lamentables en la ENAH, como la de profesores que tiene más de 30 años siendo de asignatura. Exigen que se resuelva, las condiciones de precariedad de estos trabajadores.  “Si tuvieran sus derechos, ya estarían pensando en su jubilación de acuerdo a la ley”, explica Martínez.

Coinciden los profesores en que los salarios son ridículos en su institución. Los profesores de asignatura ganan 50 pesos por la hora, aproximadamente cada quince días. “Si tienes licenciatura, ganas 470 pesos, si es maestría, 579. Lo más paradójico es que los de posgrado ganan menos que un maestro de licenciatura, y no tienen seguro médico, mientras que un funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia gana el triple que un investigador reconocido. Esto habla de la injusticia y el olvido del trabajo académico de los maestros”, señala la profesora.

 

De cómo comenzó la organización

De las primeros 29 maestros de asignatura que empezaron a organizarse, ahora son casi 90 profesores. Todo empezó con un profesor externo. “Ahora estamos apoyando al movimiento #YoSoy132, pero ¿qué va a pasar después”, cuestiona Ricardo Chacón Pérez, secretario de Prensa y Propaganda de la Coalición. “Así comenzó”, relata. “Empezamos a hacer una revisión de la situación de la escuela, qué pasa con la educación, las ciencias antropológicas, etcétera. Después de un debate  decidimos retomar un viejo proyecto de organización sindical”. Cuando vino el declive del movimiento estudiantil, “nosotros ya estábamos avanzando en la organización, en los estatutos y declaración de principios, de nuestra organización sindical”.

La Coalición de Profesores de Asignatura de la ENAH comenzó en la coyuntura del movimiento Yo Soy 132. Los profesores “vimos la necesidad de apoyar a los estudiantes, como lo estaban haciendo en otras universidades, y convocamos a conformar el #YoSoy132 Académicos de la ENAH. Nos reunimos semanalmente para discutir la coyuntura del movimiento y de lo que hacen los partidos políticos. Ese fue el momento en que nacimos”, señala Ricardo Chacón.

Jesús Alfonso Torres, Secretario de Trabajo y Conflictos, agrega que “cuando vino la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), nos tocó estar en la organización y también en la defensa del patrimonio nacional”. El académico considera que desde ese momento “dimos el ancho y se formó una generación, nació Radio Zapote que ya es parte de la ENAH, y se está creando una comedor comunitario. Es una visión crítica, es llevar la academia a la práctica”.

Trabajadores precarios, sin derechos laborales 

Torres explica que hay dos situaciones para los profesores: “los de tiempo completo, que llegan a cierto punto y ya no avanzan,  y los de asignatura, que tienen mucha experiencia en lo académico y laboral. Estos últimos son la mayoría, representan el 80 por ciento de la escuela y son los que se vinculan con la política nacional”.

Paola Martínez, responsable de la Secretaría del Exterior, menciona que “de 49 millones de trabajadores de la población económicamente activa, sólo el 10 por ciento está sindicalizados. El 90 por ciento tiene contratos de protección, o sea pertenecen a sindicatos blancos. Cada vez somos más los trabajadores precarios, que no tenemos ningún derecho laboral. Intentamos acercarnos al sindicato del INAH, que es de investigadores, pero a ellos no les interesan los trabajadores precarios. Representamos el 80 por ciento del profesorado en la escuela, somos la mayoría y por eso pensamos que es importante construir una herramienta sindical  combativa e independiente”.

Con el modelo neoliberal mucha de la experiencia  de los profesores se pierde, agrega Jesús Alfonso Torres.

Los ejes y demandas

“Pensamos que la organización tiene que ir más allá del gremio”, argumenta Paola Martínez. Son  tres las demandas  prioritarias, la basificación, el reconocimiento de antigüedad y el aumento salarial,  además, aclara, “pensamos que estamos obligados a participar en la vida y política nacional”.

Ricardo Chacón Pérez explica: “Tenemos tres líneas de acción, la académica, la política y la  jurídica. En lo jurídico ingresamos todos los documentos al Tribunal de Conciliación y Arbitraje, y en estos momentos estamos esperando la respuesta”.

En el eje político, expresa Paola Martínez, “junto con los estudiantes establecimos la asamblea general para  la solidaridad y la reivindicaciones locales. Con el desalojo de los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación, asumimos responsabilidades y las consecuencias también de promover la asamblea de apoyo. A diferencia de lo que sucedió con el Yo soy 132, nosotros ya no sólo acompañamos, sino que ya estábamos impulsando las iniciativas”.

En el eje académico, Ricardo Chacón explica que “estamos construyendo el perfil de trabajadores de asignatura,  pero la inmensa mayoría somos especialistas en lo que hacemos. Tenemos un Secretaría Académica que promoverá los aspectos de investigación y docencia del los miembros del sindicato”.

Los integrantes del sindicato han realizado foros, estableciendo contactos con otras universidades e instancias que abarcan la docencia en América latina y en el mundo. Ricardo Chacón menciona que “indudablemente es una tarea discutir los planes y programas de estudio, que se abran otras opciones para los profesores, para los estudiantes. Eso es comprometerse con la ciencia”.

El principio y la organización

“Estamos claros que nuestro sindicato no se construyó con la base de generar figuras políticas, ni bajo intereses personales,  ni bajo pretensiones políticas que no fue la de construir un sindicato”, señala Ricardo Chacón. “Nos cuidamos en la toma de decisiones y tenemos que reconocer que trabajar bajo la horizontalidad es más lento, pero la Asamblea es la máxima autoridad de nuestra organización y si es ese su paso, así caminamos”.

Paola Martínez explica que definir los principios de un sindicato no es fácil. La decisión, aclara, fue construir un sindicato clasista, independiente y de base, que construyera una práctica política sindical distinta”.

En la Escuela Nacional de Antropología e Historia guarda relaciones de poder ya enquistadas, explica Jesús Alfonso Torres. “Existe una discusión en la democratización de la escuela, un cuestionamiento del reglamento, de la forma en que se elige al director. Existe una experiencia bastante negativa, una experiencia de imposición que desató la inconformidad de la comunidad”.

Explica que en el poco tiempo de vida de la organización sindical se han ganado el respeto de las autoridades, porque se ha mantenido una posición clara y de acuerdo con el compromiso de la escuela. “Nosotros pensamos que debemos dignificar el trabajo docente”, aclara Torres, “y eso es lo que tenemos, los estudiantes ya nos escuchan y nos toman en cuenta también”.

Nuestros compañeros y alianzas

“Los estudiantes tiene claro de la situación laboral de los maestros de asignatura”, abunda Ricardo Chacón. “Si alguien se pregunta ¿a qué viene un maestro de asignatura a dar clase a la ENAH?, lo que menos se puede concluir es que vengan por dinero, el salario es irrisorio”.

Nosotros, señala, “venimos por el compromiso y cariño que la inmensa cantidad de profesores le tienen a la institución, lo que explica la cercanía con los estudiantes”.

Hacia afuera de la escuela, expone Paola Martínez, “establecemos relaciones con otros que se parecen a nosotros, como con la asamblea de profesores de asignatura de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ellos también tienen casi una año organizándose”.

“Estamos avanzando, este esfuerzo no se pierde porque cada paso constituye un  elemento más en la consolidación de este sindicato”, concluye Paola Martínez, miembro de la Coalición de Trabajadores de Asignatura de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

02 de febrero de 2014

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