Ciudad de México. 27 de diciembre de 2012. Hoy salieron de Reclusorio Norte y del penal femenil de Santa Martha Acatitla los últimos 14 detenidos durante la represión policíaca del 1 de diciembre de 2012, efectuada en el marco de las protestas contra la llegada a la presidencia de Enrique Peña Nieto. Después de 27 días de acciones por su liberación, y luego de haber logrado la modificación al artículo 362 del Código Penal local, que tipifica el delito de “ataques a la paz pública”, los 13 hombres y la única mujer salieron entre la algarabía de familiares y amigos.

El primero en salir fue Bryan Reyes, el músico, al filo de las siete y media de la tarde. Bryan indicó que quería esperar a sus compañeros para hacer la tradicional quema del uniforme de la prisión. Mareado aún por la huelga de hambre de casi cuatro días, fue recibido por su madre, hermana y novia, quienes rápidamente le ofrecieron una sopa caliente. Después, entre vítores, le entregaron su inseparable guitarra y lo trasladaron al plantón, donde ya lo esperaban con música. Bryan es el único de los 14 presos que además de ser acusado de ataques a la paz pública, como a todos, también se le imputa el ilícito de daño en propiedad privada. Por eso su caso fue llevado en el juzgado 11 y salió primero, pues los demás se encontraban juntos en el Juzgado 47.

Inmediatamente se formó una valla de  los que esperaban la salida de los 12 restantes, quienes fueron saliendo uno a uno en el transcurso de las siguientes tres horas. El segundo en salir fue Carlos García Rojas, luego Daniel  Columna, después el profesor Enrique Rosales, quien fue recibido por sus cinco hijos y por los maestros de la CNTE; luego cruzaron las rejas Jorge, Daniel, Sandino, Obed, César, Roberto, Oswaldo y así, hasta que salió el número 13. Ya juntos, se abrazaron por vez primera fuera del penal y se trasladaron al plantón de solidaridad, a un costado del Reclusorio, donde se hizo una pequeña y emotiva fiesta. Ahí, el abogado Juan de Dios Hernández leyó un pronunciamiento a nombre de la Liga de Defensores 1 de diciembre, en el que exigieron terminar con la persecución y hostigamiento contra los luchadores sociales que legítimamente se oponen a la imposición del gobierno federal, la cancelación de las órdenes de aprehensión, la derogación del artículo 362 –que sigue siendo inconstitucional y ambiguo-, la reparación del daño y el respeto a las libertades.

Entre gritos, llanto y consignas de ¡Zapata vive! ¡La lucha sigue!, ¡El que no brinque es Mancera!, goyas universitarias y canciones solidarias, familiares y activistas aguantaron la espera en el frío de la noche. Rita Neri salió al filo de las 11 de la noche del reclusorio de Santa Martha Acatitla.

Juntos, abrazados, sin parar de reír y de llorar al lado de amigos y familiares, los 13 le dieron la palabra a César, el bolero de la Alameda que fue detenido cuando defendía su cajón de dar grasa. A él, quizás el menos politizado de todos, pero ahora ya convencido de las causas del resto, le tocó dar el mensaje: “Un profundo agradecimiento de parte de los 14 presos políticos del 1 de diciembre, todos políticos, tanto a nuestros familiares y amigos como a la sociedad que se han unido no sólo por nuestra libertad, sino además por nuestro legítimo derecho a manifestarnos y ser libres en nuestra expresión. Comunicamos que seguimos en pie de lucha hasta lograr y garantizar nuestra libertad. A su vez, exigimos el desistimiento de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, por parte del gobierno del Distrito Federal, hasta salir absueltos ante los abusos, irregularidades e incompetencia arbitraria por parte de las autoridades. A su vez, continuamos firmes hasta lograr la derogación del artículo 362, ya que aunque se modificó el rango penal, sigue sin ser reformado y no garantiza la especificación de su uso y continúa siendo incongruente su creación y aplicación para los fines que el gobierno disponga”.

En su turno, con el puño en alto, la Liga de abogados primero de diciembre, quienes llevan los 14 casos sin costo alguno, leyó su posicionamiento políticos: «La libertad bajo caución que hoy obtienen los presos políticos no es una dación graciosa del Estado. sabemos que es producto de la presión generada por la movilización social nacional e internacional que han generado los familiares, compañeros, amigos, organizaciones sociales, pueblo en general, la resistencia de los presos políticos y la participación decidida de los abogados de la Liga que hemos puestos a disposición del movimiento nuestro esfuerzo legal y nuestro cpmpromiso irrestrico, por la defensa y hasta lograr la absoluta libertad de los presos políticos y no declinaremos en esta lucha hasta lograr la derogación del artículo 362 del Código Penal, la libertad absolutoria de los procesados y el castigo a los responsbales materiales e intelectuales de la represión que hoy no termina», advirtió Juan de Dios Hernández.

Desde las 9 de la mañana, los presos estaban en el área de prácticas de los juzgados 47 y 11, dentro del Reclusorio Norte. Rita Emilia Neri fue trasladada del penal femenil de Santa Martha y luego devuelta para ser liberada desde ahí. A lo largo del día, las madres, hermanos, amigos, novias, padres y activistas, incluyendo a miembros del Yo Soy 132 y a maestros de las secciones 9 y 10 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), llegaron al Reclusorio, tras conocerse que el gobierno del Distrito Federal promulgó los cambios al artículo 362 –quitándole el carácter de grave-, lo que les permitirá enfrentar el proceso en libertad.

Cuando salieron los 13 presos, abogados, amigos y familiares los rodearon para abrazarlos, la mayoría con lágrimas y gritos de emoción; el grupo de presos –que en comunicación anterior con Desinformémonos señaló que quizá, de no ser por el episodio represivo, nunca se hubieran conocido y que dentro del penal hicieron una pequeña y solidaria familia- se reunieron para quemar los uniformes de reclusos de color beige,  en el plantón de solidaridad.

Conforme iban saliendo se mencionaba el nombre de cada uno de los que faltaban. A las 10:30 de la noche salió el último de los hombres detendios y se escuchó la canción “Yo te nombro, libertad”. Se hizo un pase de lista al que se respondía después de cada nombre, el último pase de lista, el primero en libertad.

Los detenidos se mantuvieron en ayuno desde el 24 de diciembre y hasta poco antes de su liberación. Sus familiares también se habían unido a la acción con ayunos en por lo menos dos ocasiones, además de empujar a los legisladores de la ciudad para que derogaran el artículo 362, lo que fue reforzado por la presión en las redes sociales.

Esta liberación, advirtieron todos, no es el final. El artículo 362 no fue derogado. A los 14 acusados no les fueron retirados los cargos. Sergio Soto, de la liga de abogados 1Dmx, reiteró a Desinformémonos  que el artículo 362, aún modificado, continúa criminalizando la protesta social, por lo que seguirán luchando por su derogación. Y ahora, además, por que se castigue jurídicamente a los responsables de las detenciones arbitrarias y de la violencia ejercida el pasado primero de diciembre. Esto aún no termina.