Colors, un restaurante cooperativa en La Gran Manzana

Adazahira Chávez

Un grupo de trabajadores de restaurante que perdieron su empleo a causa de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, ahora construye su propio centro de trabajo. El restaurante cooperativa se llama Colors y busca un nivel de vida digno para sus trabajadores, en un ambiente “donde tienen igual propiedad y poder sobre las decisiones”, relata Cathy Dang, asesora de Colors.

Actualmente, hay dos sitios de Colors, el primero en Nueva York y el segundo en Detroit. El Colors de Nueva York es un restaurante cooperativa, el primero en su tipo, propiedad de los trabajadores -aunque sus integrantes han cambiado algunas veces, todavía permanecen algunos de los trabajadores del grupo de 2001-, que ha tenido un gran éxito entre organizaciones sin fines de lucro y otros aliados.

Abierto para cenas y eventos especiales, Color Nueva York actualmente emprende algunas remodelaciones para cumplir con las demandas del mercado. Aquí también se capacita a trabajadores en el programa de formación profesional de la organización laboralista Restaurante Opportunities Center United (ROC United) de Nueva York, el Instituto CHOW (Colors Hospitality Opportunities for Workers).

Colors Detroit es un programa de ROC Michigan que funciona como un espacio de capacitación sin fines de lucro para su programa de formación profesional. Está abierto para almuerzos, y los estudiantes del programa de formación completan una pasantía pagada trabajando como camareros, adquiriendo las habilidades para avanzar hacia puestos con salario digno en la industria restaurantera.

Muchos de los estudiantes del Instituto CHOW son inmigrantes y trabajadores de color que a menudo no reciben el entrenamiento para avanzar en esta industria debido a la discriminación racial. “Colors es el espacio de capacitación que les ofrece la oportunidad de ganar un salario en una industria donde las normas de la práctica laboral se han establecido muy bajo”, señala Dang en entrevista con Desinformémonos.

Un mejor trabajo en Colors

La industria restaurantera en los Estados Unidos emplea a más de 10 millones de trabajadores; sin embargo, menos del uno por ciento se encuentran sindicalizados, lo que influye en sus bajas condiciones laborales. ROC United denuncia que los salarios de este sector son más bajos que los de cualquier otro, y cerca del 90 por ciento de los trabajadores no gozan de bajas pagadas por enfermedad, seguro médico o vacaciones pagadas.

En este contexto –también después de los ataque a las Torres Gemelas- nació Restaurante Opportunities Center United (ROC United), hasta el momento la única organización en los Estados Unidos que se dedica exclusivamente a los trabajadores de este sector.

Los trabajadores que después iniciarían Colors buscaban trabajar en restaurantes que tuvieran buenas prácticas, que les pagaran más que el salario mínimo a los trabajadores que reciben propinas-que es de 2.13 dólares por hora para meseros, baristas y mensajeros- y al menos nueve dólares por hora para los trabajadores de cocina, que no reciben propinas, que les dieran días pagados por enfermedad y oportunidades de ascenso.

Con el apoyo de ROC Nueva York, estos trabajadores comenzaron el proyecto Colors. La Clínica de Derecho de la Escuela de Leyes Fordham ayudó a esbozar el convenio operativo de Colors, por el que los trabajadores-propietarios tenían que invertir tiempo a cambio de ganar propiedad del restaurante. ROC Nueva York e inversores italianos también pusieron recursos para que Colors Nueva York arrancara en 2006.

El salario actual de un trabajador de Colors depende de la posición “y no necesariamente es tan fácil, pues los trabajadores son los dueños del restaurant. Si el dueño-trabajador contrata empleados, el personal de cocina gana entre 12 y 16 dólares por hora; si son baristas o meseros, ganan 5 dólares la hora más las propinas, que es el ingreso mínimo por el que luchamos para los trabajadores con propina en los Estados Unidos”, apunta Cathy Dang, integrante de ROC. Además, “todos los trabajadores tienen tres días pagados por enfermedad al año, después de seis meses de antigüedad”.

Cathy Dang puntualiza que Colors Detroit tuvo un inicio un poco diferente, pues hubo ayuda financiera de fundaciones. Colors Nueva Orleans, que abrirá en el futuro, también será cooperativa de trabajadores pero con un grupo de apoyo basado en los consumidores, para que se involucre a los comensales en el mejoramiento de las condiciones laborales de la industria.

“Colors tiene buenas prácticas como empleador, provee de un salario digno, bajas por enfermedad pagadas y entrenamiento del personal para que tenga oportunidad de avanzar”, resume Dang.

Cómo trabaja Colors

Cathy define a Colors como “un lugar de trabajo donde se eliminan las dinámicas propietario-trabajador y los trabajadores tienen igual propiedad y poder sobre las decisiones que se toman sobre el restaurante”. Hay un Consejo que consta de trabajadores, integrantes de los grupos de apoyo y miembros de ROC para ayudar a que el restaurante marche bien. “La meta es empoderar a los trabajadores para que practiquen la gobernanza en su lugar de trabajo y la democracia en las decisiones que se tomen en el restaurante”, precisa la asesora.

Los Colores del futuro

Colors se expandirá a Nueva Orleans en 2013; actualmente, se hacen investigaciones para potenciales aperturas de Colors en Los Ángeles y Washington.
“Colors se dirige hacia la construcción de una cooperativa de trabajadores-consumidores para involucrar a los consumidores en la promoción de un lugar de trabajo más justo que adopte buenas prácticas, que incluye proporcionar salarios dignos, beneficios como los días pagados por enfermedad y ascensos internos”, argumenta Cathy Dang. Su idea es que “la pieza-consumidor engarzará a una base más amplia de consumidores para que tengan un mejor entendimiento de su poder para presionar a la industria restaurantera para que ofrezca mejores condiciones de trabajo”, finaliza.

 

 Publicado el 24 de diciembre de 2012

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