Distrito Federal, México. Aunque no se propone aún la creación de nuevos medios de comunicación, sino la democratización de los existentes, el movimiento estudiantil Yo soy 132 continúa arremetiendo contra la más grande televisora de América Latina: Televisa, símbolo de la complicidad del poder con el espectáculo y de la manipulación informativa desde 1951, año en que inició sus transmisiones.

El 26 de julio a las 8 de la noche, el movimiento 132 inició un cerco de 24 horas a las instalaciones de Televisa Chapultepec. Lo que definen como la toma simbólica de la televisora tiene el objetivo de reinvidicar una vez más la democratización de los medios de comunicación, una de las demandas centrales del movimiento.

En la mañana del 27 de julio, los jóvenes forman una valla humana ante las altas paredes de la televisora. En el templete alternan las bandas musicales que apoyan el cerco, y difunden un ambiente festivo entre los manifestantes. Varios bailan, otros practican yoga, y todos se ven cansados pero alegres.

Sofía, integrante de la asamblea local del Claustro de Sor Juana, declara a Desinformémonos: “No estamos pidiendo nada a Televisa sino que manifestamos nuestro repudio a su campaña de desinformación”, dice en medio de la movilización.

En el discurso central de la movilización, el Yo Soy 132 explica su reclamo: “La muralla de la desinformación, donde una minoría controla la opinión pública y la verdad es reducida a un artículo más de consumo, concentrado en encuestas y spots publicitarios, en personajes vacíos de telenovela, en una caricatura triste y cínica de la realidad. Si queremos una democracia auténtica, será ineludible la democratización de los medios. Como todos los defectos de nuestra pobre democracia, la concentración y manipulación de la información es una herencia que perdura del viejo régimen y del supuesto cambio”.

Laura, estudiante de la UNAM, afirma que “los medios no deben ser para el beneficio de unos cuantos, sino para el beneficio del pueblo. Televisa tiene el mayor auge en el país, por eso el primer paso hacia la democratización de los medios es atacarla”.

Cabe recordar que fue en contra de la manipulación mediática que surgió el video de los 131 alumnos de la Universidad Iberoamericana que desencadenó las protestas ininterrumpidas desde el pasado 14 de mayo, que abarcaron luego las demandas de una generación que no se había podido expresar.

La efervescencia creativa en las marchas manifestó la alegría de jóvenes que por fin encontraron en las calles un espacio para demostrar que no son la generación apática de “Ninis” que presentaban los medios. Las televisiones de cartón usadas como jaulas, las consignas humorísticas que identifican la Estela de Luz con la galleta Suavicrema y el autoritarismo ligado al un copete de Enrique Peña Nieto, como el derroche gráfico siempre renovado, han marcado las movilizaciones pre y postelectorales.

Gracias a una serie de golpes mediáticos, como la irrupción en la boda, transmitida en cadena nacional, del actor Eugenio Derbez, los estudiantes lograron llamar la atención de los medios de comunicación y abrirse espacios de visibilidad que inicialmente les habían sido negados.

Los jóvenes también supieron imponer su propia agenda mediática, y el debate organizado el 19 de junio con tres de los cuatro candidatos a la presidencia invirtió los pápeles. Con una comunicación viral basada en las redes sociales digitales, el Yo Soy 132 logró difundirse sin necesidad de los grandes medios.

Ante la elección de Peña Nieto a la presidencia de la República, cuya candidatura ha sido rechazada por los estudiantes desde el principio, el movimiento planteó su transformación de los medios durante el Primer Encuentro Nacional Estudiantil de Huexca, y el necesario trabajo de fondo para concretar sus demandas. En la primera mesa del encuentro, titulada “Democratización y transformación de los medios de comunicación, información y difusión”, los jóvenes propusieron, entre otras cosas, la descentralización de la producción mediática, y la creación de un organismo regulador que promueva una justa competencia y la diversidad de los contenidos.

Misael, integrante del comité de medios del Yo Soy 132, declara a Desinformémonos que “se está elaborando una ley de medios que se someterá a la Cámara de Diputados”. Explica que están estudiando leyes internacionales para crear un cuadro legislativo que garantice el derecho a la información: “Buscamos romper los monopolios mediáticos, y favorecer los medios alternativos para que formen parte del paisaje informativo. Por ejemplo, estamos viendo como cambiar el vacio jurídico que rige las radios comunitarias”.

Añade Misael que existe una propuesta de creación de radio para, junto a Yo Soy 132 Media, difundir una información verídica y plural: “Queremos pluralidad, que la gente critique el movimiento y nos haga crecer”.

Para el integrante del comité de medios, el paso de una transmisión analógica a una transmisión numérica es una gran oportunidad: “Tenemos que aprovechar la digitalización de la transmisión audiovisual de los próximos años para cambiar el sistema”.

La pluralidad es el punto más importante para Miguel, estudiante de la UNAM: “No se trata de obligar a la neutralidad, pero de hacer que se abra a muchos puntos de vista, que no se vea sólo la postura de unos cuantos”.

El discurso de la noche anterior concluyó con una avertencia: “Éramos silencio, éramos dolor, éramos opresión. Quisieron arrebatárnoslo todo y lo único que perdimos fue el miedo. Ya no seremos más una voz silenciada. Venimos aquí con nuestros cuerpos que gritan: ¡Ya Basta!”

 Publicado el 30 de julio 2012