La defensa de un pueblo de origen prehispánico al que quieren transformar en un polo de élite

Adazahira Chávez, Jaime Quintana, Isabel Sanginés y Gloria Muñoz Fotos: Isabel Sanginés

Ciudad de México. Una segunda zona de elite en la tercera ciudad más grande del mundo, con el centro de espectáculos más lujoso de todo el país, una zona inmobiliaria de primer nivel, centros deportivos, áreas comerciales y zona de corporativos, se levanta en Azcapotzalco, zona prehispánica al norte del Distrito Federal. Para todo este plan de desarrollo la gente de abajo estorba, pero un grupo de personas originaria de estos prehispánicos barrios, se niega a desaparecer.

La entrevista colectiva con Desinformémonos se realiza en el Deportivo Reynosa, lugar de la primera batalla ganada por los vecinos que se negaron a su destrucción e impidieron la construcción de un foro-estadio que formaba parte del llamado Plan de Desarrollo Ferrería y que contempla la Arena Ciudad de México, un centro de espectáculos con capacidad para 10 mil personas, con helipuerto, habitaciones con vista al espectáculo y todo un derroche de lujos anunciado como “el mejor recinto de América”.

El Plan de Desarrollo Ferrería, explican los vecinos, “es un polígono de desarrollo que contempla desde la zona del deportivo hasta las instalaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades de Azcapotzalco. La primera pieza de todo esto es el Tecno parque, que ya está terminado con algunas oficinas de corporativos como Telcel, HSBC, oficinas de gobierno, el Centro Acuático de Nelson Vargas, entre otros”.

Este proyecto, relatan, “viene desde las épocas priistas, pero el que lo empezó a implementar fue Andrés Manuel López Obrador, cuando estuvo a cargo del gobierno del Distrito Federal”.

La segunda pieza del plan es el Tec Milenio, centro de capacitación de alta tecnología, ubicado a un lado de la Arena Ciudad de México. Desde avenida de Las Granjas hasta la glorieta de Camarones pretenden construir antros, bares, casinos, centros de espectáculos. Es una zona, detallan, para alimentar la Arena Ciudad de México y para levantar un área inmobiliaria.

En resumen, señalan los vecinos, se trata de crear un polo de desarrollo que compita con Santa Fe, tanto en el complejo de corporativos, la parte inmobiliaria y la zona de entretenimiento. Dicen que se generarán 25 mil empleos y se traerá a vivir a 40 mil personas más. Y, para todo esto, “la gente de los barrios de Azcapotzalco sobra”.

La resistencia en Azcapotzalco inició el 11 de enero de 2011, fecha en la que empezaron a movilizarse para no ser desalojados y para defender su patrimonio: “Todos estábamos juntos. Nos poníamos en alerta con cuetes o campanas de la iglesia, para avisarnos si venían a desalojarnos”.

Ellos, el grupo empresarial de Salinas Pliego, querían hacer un polígono de espectáculos. Fue lo que detonó el movimiento. Primero por la defensa del deportivo y de la alameda, pero el mayor temor eran las vialidades. Y esto era lo primero que se impulsaría. Conseguimos parar el foro estadio y lo de las vialidades, pero insistimos en que se protejan las calzadas, calles y callejones de origen prehispánico y las actuales. Queremos que se contemple un polígono patrimonial ampliado que proteja Santa Catarina, Santa Bárbara, San Andrés barrio, San Andrés pueblo, La Reynosa, San Martín y Tierra Nueva. Se trata de proteger las calles e iglesias que todavía se conservan y que tienen más de 200 años”.

Las demandas concretas del Movimiento de Pueblos, Barrios y Colonias de Azcapotzalco son las siguientes: 1.- La principal es la seguridad jurídica del patrimonio histórico, cultural y territorial. 2.- La defensa del patrimonio familiar y el territorio común. 3.- Que se detengan los procesos de privatización de los espacios públicos, como la alberca, el gimnasio, el estadio del deportivo, la alameda.4.- La creación de ejidos urbanos para la organización y el desarrollo económico de los micros y medianos productores: herreros, artesanos, carpinteros, albañiles. Crear estos ejidos para protegernos de las macroempresas y del capitalismo voraz. Y 5.- Exigimos que se realice un proceso de reconstrucción de la distribución de agua, que contemple el desarrollo de cisternas y pozos.

Nuestra organización

La resistencia al Plan Ferrería y a todo lo que implica para los barrios, pueblos y colonias de Azcapotzalco, ha dado lugar a la organización de varias luchas y formas organizativas. A continuación los vecinos de Azcapotzalco relatan cómo se han dado estos procesos:

La lucha inicia en Santo Tomas, con la defensa del deportivo 20 de Noviembre, que lo querían privatizar. Nos empezamos a organizar en varios grupos: el Barrios, Pueblos y Colonias en defensa de Azcapotzalco; el grupo en defensa del deportivo 20 de Noviembre y el grupo de Granjas; unos luchábamos por defender el deportivo y otros por que no se modificaran las vialidades y otros más contra el Foro Estadio y la Arena México.

En los meses de febrero y abril del año pasado empezamos a organizarnos, también con otros grupos del PRD que se autonombraron para empezar la negociación con el gobierno. A partir de ahí los colonos expulsaron a este grupo vinculado a los partidos y se dio la primera división entre nosotros.

El 20 de abril del 2011 tratamos con las autoridades el tema de las vialidades sin llegar a ningún acuerdo. Al día siguiente cerramos la delegación simbólicamente, las autoridades reprimieron a los compañeros, aumentaron las amenazas y la cooptación mediante regalos. Por ejemplo, el 30 de abril dieron juguetes a los niños casa por casa, el regalo de piñatas para las posadas, la remodelación de las fachadas de sus casas, para lo que regalan pintura y cemento.

El primer grupo ligado al PRD que se escindió, acordó la remodelación de sus casas por los daños que ocasionó la Arena Ciudad de México. Otra forma desanimar son las campañas “para que te organizas, mejor negocia tu propiedad”. Esto se dio mucho en Santa Barbará y Santa Catarina, la gente vendió a particulares, los primeros metros se los pagaban a 3 mil 500 y después mil 800 pesos. Ahora ellos están metidos en un problema jurídico con demandas pidiendo que les paguen completo o que les regresen sus terrenos. Ésta es la forma en que los partidos empiezan a cooptar”.

Nosotros nos estamos organizando en asambleas y la organización es de tipo territorial. No nos abrogamos la representación de Santa Barbará o de San Andrés. Decimos que somos algunos vecinos de esas colonias, de la Reynosa, de la Nueva España, de San Martin, de Santa Barbará, San Andrés, de Santa Catarina los que nos encontramos organizados y es la Asamblea General donde nos encontramos los diferentes pobladores para tomar decisiones internas.

La asamblea se convoca por sí sola periódicamente. La única vez que no hubo fue cuando los granaderos tomaran el Deportivo. Tenemos un año que nos reunimos para tomar acuerdos, convocamos con carteles y los pegamos en las paredes y en las puertas de las casas de las comunidades.

Las llamadas de alerta son casa por casa y cuando hay una actividad nos comunicamos lanzando cohetes; un cohete es para que despertemos, dos cohetes es porque hay peligro y tres es que es eminente cualquier problema y se tiene que acudir al lugar donde se escucha que nacen los cohetes.

Para las movilizaciones llegamos y en cada pueblo echamos un cohete, hacemos los recorridos en los barrios y en los pueblos. No hemos realizado movilizaciones fuera de los pueblos, estamos trabajando la parte de la organización interna.

Tenemos una comisión representativa de la asamblea que incluye a los pueblos y barrios que lo único que hace es coordinar las acciones que nacen de la asamblea y realiza documentos para la asamblea.

Las veces que hemos puesto las barricadas son porque hemos sentido amenazada la territorialidad ante la presencia de granaderos. El día de la represión del 27 de abril y del 11 de marzo instalamos retenes informativos para darle mensaje al gobierno y los empresarios que por nuestras calles no van a pasar, ni para alimentar sus negocios ni para hacer las calles más grandes y para los vecinos que estamos organizados.

Lo que sigue es la oposición al funcionamiento de la Arena Ciudad de México, por la vía de los hechos obstaculizando con barricadas los accesos. Estamos en las demandas penales contra la Arena y, por otra parte, por reconstituir el tejido social de las comunidades.

Tenemos mesas de negociación sobre la privatización de los espacios públicos con la delegación, exigimos que nos entreguen la documentación y nos expliquen como dieron las concesiones a particulares”.

Azcapotzalco, la historia viva de un pueblo prehispánico.

En Azcapotzalco, cuna de uno de los asentamientos prehispánicos más importantes, primero teotihuacano y luego tepaneca, los habitantes reivindican su derecho a ser tratados como pueblos originarios.

Daniela, una de las activistas más jóvenes, señala que su lucha es porque se respeten los derechos a vivienda, salud, deporte, y también el respeto de los pueblos originarios, que se pida su opinión para el desarrollo local en lo deportivo, cultural y social. Y como integrantes de ese pueblo, hablan de su historia.

A pesar de que el entorno da la impresión de cualquier ciudad moderna (contaminación, fábricas, casas y unidades habitacionales, avenidas, universidades, flotas de microbuses y taxis, metro), esa historia de los antepasados está viva en la memoria y en la cotidianidad de los habitantes de Azcapo.

Se esfuerzan para poder ubicar las instalaciones gubernamentales que existen en este importante asentamiento prehispánico (donde existieron embarcaderos, templos, viviendas, palacios) para conocer y difundir sus orígenes: hay solamente un museo chiquito, con cosas que han sacado de aquí, y el archivo histórico de Azcapotzalco.

Los activistas, señoras en su mayoría, recuerdan el hallazgo de fósiles, piezas prehispánicas, trozos de lanchas y hasta partes de un embarcadero cuando se excavó para hacer el metro, el drenaje, instalaciones gubernamentales, entre otras construcciones. Dicen que la zona tiene mucho material arqueológico. Es una de las demandas que tienen contra la Arena porque, como remarcan, cualquier construcción grande debe tener una supervisión por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, cosa que no sucedió aquí.

La gente es muy celosa porque las instituciones no les dan certeza si encuentran en sus propiedades restos arqueológicos y, además, los habitantes no saben en qué terminan las excavaciones que ha habido. Y señalan que hasta los viejos ahuehuetes de la iglesia de Santa Bárbara fueron cambiados por un árbol “bien feo”, y ahora sólo les dejaron uno de estos árboles antiguos. Sin embargo, ahora que los vecinos ven que se está trabajando la parte del polígono patrimonial, empiezan a sacar las cosas que tienen. Con entusiasmo dicen que sí se va a juntar “un buen bonche de cosas”.

Son los propios chintololos (como se llama a los nativos de esta delegación) los que se hacen cargo de rescatar su historia. Hay dos vecinos de la zona que han hecho estudios y libros sobre dos de los barrios más tradicionales, Santa Bárbara y Santa Catarina. Las activistas discuten cómo hacer para que todos y todas tengan acceso a esos materiales.

Pero no para ahí la preocupación por lo histórico. Estas mujeres y hombres señalan que el trazo de sus calles y lotes es una parte muy viva de la historia y tradiciones: Real de San Martín, avenida Hidalgo, Tepantongo, San Pablo Jalpa, Coachilco, Los Reyes, Papaloapan, Papantla, entre otras, son calzadas prehispánicas que siguen en uso y comunican barrios y pueblos de Azcapotzalco. Con dibujos en el aire explican cómo hay antiguos callejones que comunican los lotes familiares, también de origen y trazado prehispánico. Estos lotes, donde han habitado las familias desde hace cientos de años, son importantes para mantener las relaciones sociales establecidas desde entonces, que incluyen a las fiestas y mayordomías de los pueblos y las reuniones familiares. Todo esto quieren arrebatar a este pueblo, en el que lo mismo luchan quienes tienen familia de larguísimo raigambre que quienes han llegado hace un par de generaciones o menos, pero que como dicen ellos, venían ya con lazos muy firmes y una historia de lucha.

Finalmente, los vecinos insisten en que “para defender, proteger y mantener nuestro territorio, la traza urbana, nuestros usos y costumbres, y nuestros espacios públicos, vamos a emprender las acciones administrativas, legales y de movilización y organización”.

Publicado el 30 de Abril de 2012

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Una Respuesta a “La defensa de un pueblo de origen prehispánico al que quieren transformar en un polo de élite”

  1. ¡Que bueno que están organizados yno permitan que todos «esos…» les quiten lo poco original que nos queda de pueblos y barrios antiguos! Solo organizándonos podremos vencer a los mercantilistas que todo lo quieren ver en negocios.¡Muchísísima suerte, ojalá no les construyan el plan ferrería. ¡y mucho cuidado con los partidos, bola de miserables arribistas! una vez en el poder no se acuerdan de nada de lo prometido.

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