Tres testimonios de la ignominia en Durango

Gloria Muñoz Ramírez Foto: Murphy Woodhouse

Si tuviera frente a mí a Felipe Calderón, le diría que haga el favor de dejarnos en paz

El presidente de la República no debería abrir la boca porque no ha sentido el dolor. Él dijo que en esta guerra teníamos que sacrificar algo. Qué más quiere. Ya no tengo yo a mis tres hijos ¿Y él? ¿Qué ha sacrificado él?

No me parece justo que Felipe Calderón se deslinde y que sólo hable de estadísticas. Mis muchachos eran buenos y él acabó con su futuro y con el mío. Ese señor no se ha hecho cargo de nada.

A mí me asesinaron a mis tres hijos. Los sacaron de un restaurante donde se estaban divirtiendo junto con otros compañeros, aquí en Gómez Palacio, estado de Durango. Fue un grupo de señores encapuchados que se llevó en total a seis hombres, tres de ellos eran mis hijos: Miguel Alejandro, de 21 años, Hugo Armando, de 22 años y Luis Fernando, de 27 años. Los dos primeros eran estudiantes y el tercero era licenciado en Derecho.

Fue el 30 de diciembre del 2009 cuando se los llevaron y amanecieron acribillados en el Canal de Sacramento. Me llamo Rosa María Hernández y tardé mucho tiempo sin saber qué hacer. Parecía que moría. Las autoridades me dijeron que había sido una equivocación, que habían caído por error.

Yo quiero que se termine la violencia. Mis hijos no se dedicaban a nada malo, como muchos otros tampoco.

Este dolor no nos lo va a sacar con nada, pero como mamá tengo que seguir adelante. Están mis nietos, que me necesitan. ¿Cuándo nos van a devolver la tranquilidad?

Si yo tuviera frente a mí a Felipe Calderón, le diría que haga el favor de dejarnos en paz.

Esta marcha es mi última esperanza

Soy madre de Betsabé Arango Días, de 38 años de edad. Un día llegaba mi hija de comprar el mandado a su casa, metió el coche y estaba bajando las compras cuando entró el asesino y le disparó. Mi nombre es Ángela Díaz Galindo

Desde ese día he tocado todas las puertas y no hay nadie. No hay respuesta. Esto ocurrió el 3 de diciembre del 2009.

Estoy en la marcha porque tengo una última esperanza de justicia. Al menos que hagan comparecer a los asesinos. Yo ya les di los nombres, pero no hacen nada.

Quisiera ir con la caravana a Ciudad Juárez, pero no puedo porque tengo cáncer en una pierna.

Si tuviera frente a mí a Felipe Calderón le diría que no se requiere ser un intelectual o pensar mucho para saber que su estrategia fracasó, que  no sirvió, que ya pare.

Estamos en un pueblo sin ley

El 16 de septiembre del 2008 mataron a mi hijo José Manuel Torres, de 29 años. Lo acribillaron en Torreón, Coahuila. Mi hijo era albañil y dejó cinco hijos.

José Manuel regresaba de la obra cuando lo interceptó un carro, lo quisieron subir a fuerzas  pero él no se dejó. Le pedían que matara a una persona y él se negó. Mi hijo no era un asesino. Le querían dar un arma y no la aceptó y por eso me lo mataron.

Yo soy Amparo Castillo y cuando fui al Ministerio Público sólo me dijeron que murió por una equivocación. Y no se ha hecho justicia. Aquí nadie me hace caso. Si no tienes dinero nadie hace nada.

Estoy aquí para gritar mi rabia y mi impotencia como madre y para rescatar a tanto joven, para exigir que ya no los sigan matando.

El gobierno es una mierda. No le importa el pueblo.

A Felipe Calderón yo le preguntaría ¿qué haría usted si le mataran un hijo? Pero sé que a él no le va a pasar. El problema es Calderón, es el gobierno, nadie más. Por eso no espero nada de él.

Un año después de que asesinaron a mi hijo, en el 2009, mataron a mi hermano y a mi sobrino cuando salían de una pelea de box, allá en Ciudad Juárez. Cuando eso pasó las autoridades me dijeron que habían estado en el lugar equivocado y les había tocado.

Estamos es un pueblo sin ley, no hay investigación ni hay nada. En Gómez Palacio ni siquiera se puede velar a los asesinados, porque llegan a dispararle a la caja y a levantar a los familiares. Y nadie hace nada para pararlos.

 

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de Geografía   méxico   Reportajes  

Una Respuesta a “Tres testimonios de la ignominia en Durango”

Dejar una Respuesta