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Asentamiento 25 de Maio, Santa Catarina, Brasil. La escuela del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) «Semilla de la Conquista» cosechó sus frutos: fue reconocida como la mejor escuela del municipio de Abelardo Luz, estado de Santa Catarina.

La escuela, que educa a poco más de cien alumnos de los 23 asentamientos del municipio con el mayor número de familias asentadas del estado (mil 418), destacó durante el 2009 en el Examen Nacional de Escuelas Secundarias (ENEM, por sus siglas en portugués), aplicado por el gobierno federal, constituyendo así un ejemplo de que una educación diferenciada y autónoma, construida con principios diferentes a la formación de los alumnos para un mercado de trabajo competitivo y urbano, puede obtener un buen desempeño, incluso según los patrones de evaluación del modelo hegemónico. La escuela aplica un método alternativo de enseñanza: la Pedagogía de la Tierra.

A continuación el relato de un maestro y de dos alumnos de la «Semilla de la Conquista». Ellos nos cuentan cómo esa escuela levantada en el asentamiento 25 de Mayo difiere de las demás escuelas del municipio y lo que represento para ellos ese éxito en un examen de referencia nacional.

Escuela “Semilla de la Conquista”: una realidad escondida por los medios.
Robison Risso, maestro de la Escuela Secundaria “Semilla de la Conquista” desde hace 3 años, estudiante del curso de Licenciatura en Educación de Campo – aparcería ITERRA/UnB (Universidad de Brasilia) y militante del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) desde su adolescencia.

La Escuela secundaria “Semilla de la Conquista”, como el propio nombre ya lo sugiere, es fruto de la lucha por la tierra en el municipio Abelardo Luz, donde las familias de los Sin Tierra de varias regiones del Sur del país dejaron de aceptar la situación de explotación y vivienda para ser protagonistas de la historia y conquistar un pedazo de suelo, no solamente para dar sustento a sus hijos sino para construir una vida digna y tener su espacio dentro de la sociedad.

Para construir esa historia no bastaba solamente la conquista de la tan soñada tierra: también era necesario buscar otras cuestiones de necesidad real e inmediata, y entre ellas está la escuela. En ese sentido, las familias del movimiento social buscaron como su derecho la consolidación no solo de la enseñanza fundamental del campo sino también la garantía de la preparatoria, para que sus hijos no necesiten partir hacia las ciudades para completar sus estudios.

El MST, a través de la pedagogía del movimiento, cree en la formación de sujetos no conformistas, con un nivel de crítica elevado, que tienen la capacidad de intervenir en su realidad y que buscan siempre la transformación de la misma en vista de la justicia social.