México, D.F. Tienen más de 20 años haciendo música. La letra de sus canciones es una invitación a la crítica y a la reflexión y confirma su postura de abajo y a la izquierda. “Somos personas normales, vivimos día con día la inseguridad y vemos la explotación en la calle, por eso la crítica social emana de nosotros, porque no nos son ajenas este tipo de situaciones, y utilizamos la música como un vehículo para decir lo que pasa a nuestro alrededor, para hablar de la problemática que tienen millones de mexicanos”, dice Osito, saxofonista y vocalista de Los de Abajo.

Los integrantes de una de las bandas mexicanas con mayor proyección internacional, consideran que la crítica social “es un deber y una obligación moral”, pero además disfrutan haciéndola. Osito explica que: “Lo hacemos porque creemos que es importante invitar a la gente a informarse y a debatir. Esa es la forma en que cooperamos desde nuestra trinchera para que pueda haber un cambio y mejoren las cosas. Si en un concierto diez personas se van con un mensaje y se ponen a pensar, y van al internet, y averiguan, y leen, eso ya es una ganancia”.

Yocu, baterista, confirma: “Para nosotros es importante apoyar movimientos sociales como el de Atenco o el de la gente en Tláhuac que está protestando por la construcción de una supervía para que los poderosos no estén haciendo y deshaciendo a su antojo, sino que también vean que hay quien alza la voz”.

Sobre su historia, sus convicciones y sus próximos planes hablan para Desinformémonos Vladimir (guitarra), Yocu (batería y violín) y Mauricio, Osito (saxofón y voces), en su estudio de grabación en la ciudad de México.

Las influencias

Hace 18 años, gracias a la autogestión, nació el primer disco de Los de Abajo, una banda mexicana difícil de catalogar en un género musical específico, pues aunque en sus canciones hay mucho ska, lo que distingue su música es la fusión de diversos ritmos que van del son jarocho a la banda sinaloense, pasando por cumbia, rock, reggae, hip hop, electrónica, salsa y punk.