El barrio Zen, donde cuesta trabajo encontrar identidad

Alessia Maso

Palermo, Italia. El San Filippo Neri, irónicamente conocido como el barrio Zen de Palermo, es famoso por la pobreza e ilegalidad que colorean los descascarados edificios amarillos. Fue habitado aún antes de que se terminara su construcción, y ahora viven ahí cerca de 22 mil personas. Está dividido en dos partes: Zen 1 y Zen 2. Para los habitantes es importante la distinción, los del 1 sienten que están mejor que los del 2, y éstos no tienen ninguna intención de padecer la arrogancia de los otros.

En el Zen 2, efectivamente, la situación es complicada, son casas públicas del Instituto Autónomo de Casa Populares, ocupadas desde los años 80, por gente expulsada del centro histórico de la ciudad. Las conexiones a la red hidráulica, de drenaje y de electricidad no habían sido hechas, y luego de la ocupación ya nadie de encargó del problema. La cuestión fue enfrentada de manera ilegal, con un proceso controlado por la mafia local, la cual aún ahora tiene muchos negocios relacionados con el barrio.

Actualmente no existe un procedimiento para legalizar la situación en el Zen 2. Si quieres el servicio de luz tienes que presentar la copia del contrato de renta. Los habitantes de los pabellones amarillos (así llaman aquí a los edificios) desde hace algunos años pagan una cuota de mensual, a la que todo mundo llama “renta”, con la diferencia de que este pago no da ningún derecho: te pueden desalojar mañana, el recibo no sirve para solicitar servicios.

Cuando las monjas de la zona intentaron tener un abastecimiento normal de agua por parte de la empresa municipal, les contestaron “vean de arreglárselas, pregúntenle a los vecinos”. No existe siquiera un procedimiento para regularizarse, para comprar los departamentos, para hacer algo que asegure el poder permanecer en la casa donde vives desde hace 20 años, donde nacieron y crecieron tus hijos.

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