Roma, Italia. En 1990 algunos de nosotros ya habíamos atravesado movimientos y momentos importantes de ruptura en los años setenta, y junto a otra gente del movimiento estudiantil de La Pantera, iniciamos la experiencia del centro social Corto Circuito. La fecha de nacimiento es el 21 de abril, día en que se ocupa un edificio abandonado en vía Serafini, en el barrio Cinecitta.

Al inicio se ocupa sólo un espacio de esta área y participan también algunos jóvenes del barrio. Rápidamente se construye la asociación cultural, algunas personas duermen en el edificio para defender la ocupación, se trabaja en la restauración y se organizan conciertos y actividades socioculturales. Los primeros años se caracterizan principalmente por la defensa del espacio contra la policía y los grupos de derecha, y se trabaja para construir relaciones con el barrio, más que actividades estables. En este momento nos falta una verdadera y propia proyección por la situación precaria en la que nos encontramos. En aquel periodo inicial el barrio parece percibir al centro social como un lugar peligroso, pero con el tiempo el Corto Circuito será un punto de encuentro para muchos. En el mismo año, dentro del movimiento romano nace la coordinación de los centros sociales.

El barrio en el que surge el Corto Circuito es de origen proletario, con una fuerte caracterización de izquierda: El Partido Comunista Italiano, Lotta Continua, formación política extraparlamentaria, son muy fuertes en los años setenta; además había una larga tradición de ocupación de casas. En los años ochenta se asistió a una rápida disgregación de los valores, una falta total de referencias culturales hizo que los jóvenes adquirieran como único ideal el estadio. La cultura que estaba surgiendo era la de los noventas, la del dinero fácil. En los mismos años, pequeños grupos de fascistas toman el control de las plazas a través de la venta de drogas y el control de los grupos de aficionados.